La industria del motor ha pasado de tener a los dos primeros coches eléctricos solares de producción… a no tener ninguno. Primero fue Lightyear la que anunció que no continuaría la producción del Lightyear One y, ahora, es Sono Motors la que ha echado el freno de mano de forma precipitada: no conoceremos al Sion. Así ha sido el ocaso de los coches solares.
En la hoja de ruta se Sono Motors figuraba que, en 2023, arrancaría la producción del Sion en Finlandia y para ello, se había asociado con Valmet Automotive. Hablamos de un modelo que costaba 29.900 euros y prometía poder recorrer 112 kilómetros semanales alimentado, exclusivamente, con energía solar: tenía además, una autonomía de hasta 305 kilómetros.
No será así: la start-up alemana ha anunciado que sus planes de producir un coche eléctrico alimentado por energía solar han llegado a su fin antes de arrancar. Ahora, según el comunicado emitido, se centrará en construir paneles solares para terceros. Continuará, por lo tanto, usando su tecnología patentada para integrar celdas solares en los coches: actualmente tiene 23 clientes, entre los que figuran las divisiones de vehículos pesados de MAN, Scania y Mitsubishi.
El último intento de Sono
Fundada en 2016, Sono Motors comenzó a cotizar en el NASDAQ en noviembre de 2022 para intentar atraer los inversores necesarios para las etapas iniciales de su proyecto protagonizado por el Sion: un movimiento que tuvo que realizar porque estaba al borde de la insolvencia.
A principios de diciembre, lanzó una campaña para recaudar 100 millones de euros ofreciendo a los compradores potenciales del Sion un descuento de 3.000 euros. Viajaron por trece ciudades europeas para generar interés en el modelo y lograron vender 1.682 unidades, que le reportaron unos ingresos de 50.292.360 euros: la mitad de lo que necesitaban… antes del 28 de febrero, la fecha límite de su plan de promoción y captación de fondos.
Con los resultados sobre la mesa. Sono Motors ha decidido centrarse en su negocio de paneles solares porque requiere menos capital. Laurin Hahn, cofundador y director ejecutivo, explicaba que se habían visto “obligados a reaccionar ante la actual inestabilidad del mercado financiero para optimizar nuestro negocio”. Thomas Hausch, director de operaciones, dejará su cargo y 300 empleados serán despedidos.
El caso de Lightyear
Sono formaba parte de ese puñado de nuevas empresas que han intentado construir un coche solar, pero, hasta ahora, ninguna ha conseguido producirlo en serie y las que lo han logrado, han tenido que parar las máquinas: es lo que ha sucedido con Lightyear.
En noviembre de 2022 arrancó la producción del Lightyear One, que ha durado un par de meses. La start-up cancelaba sus planes para centrarse en el Lightyear 2: un coche eléctrico que costaría, aproximadamente, 40.000 euros. Hablamos en condicional porque su futuro está en el aire: en el último comunicado, Lightyear anunciaba a través de Atlas Technologies BV (la empresa matriz) que estaba en bancarrota y entraba en suspensión de pagos. El próximo paso será centrarse en los empleados y acreedores, además de evaluar cómo pueden continuar con el concepto de Lightyear.
