Cuatro años (2003-2007) en los que Porsche sólo fabricó 1.270 unidades del Porsche Carrera GT. La belleza convertida en deportivo. Uno de esos coches de producción limitada que, por desgracia y con demasiada frecuencia, terminan en un garaje como vehículo de inversión. No obstante, el protagonista de este vídeo no tuvo reparos en meter por primera vez el coche alemán en un circuito y lo cierto es que se ha estrenado a lo grande: no os perdáis la primera vez de este Porsche Carrera GT en Nürburgring.
El Porsche Carrera GT es un fijo en la lista de todo ‘petrolhead’ que se precie. Pertenece a la última clase de deportivos analógicos que surgieron antes de que aparecieran los sistemas de control de estabilidad y las transmisiones de doble embrague. Aquellos modelos que contemplan el paso del tiempo sin dejar de estar de moda. Exóticos ejemplares por lo raro que es cruzarse con uno de ellos: razón por la que nos ha llamado la atención este vídeo.
Un par de detalles
Ha sido el ‘youtuber’ Misha Charoudin el encargado de compartirlo porque él fue el afortunado copiloto que recorrió el ‘Infierno Verde’ junto al dueño del Porsche Carrera GT, que pidió mantener su identidad en el anonimato. El protagonismo es, sin duda, para el superdeportivo alemán: la unidad número 64 fabricada por Porsche en 2003. Llaman la atención dos elementos: el escape GMG Racing y el pomo de la palanca de cambio, que es de madera de haya y rinde homenaje a los Porsche 917 de Le Mans de los setenta.
No es lo único admirable. También lo es el valor que ha tenido el dueño para llevar un vehículo que vale más de un millón de euros a uno de los trazados más exigentes del mundo. Sin duda alguna, meter un Porsche Carrera GT en Nürburgring es un movimiento audaz por varias razones: suele haber mucho tráfico, es un coche sin ayudas y aunque lo adquirió hace cinco años, era la primera vez que entraba a un circuito. ¡Vaya escenario para debutar!
El rugido del V10
Quizás por esta razón, el conductor no ataca la pista con todo el potencial del deportivo alemán… algo, por otro lado, desaconsejable en días en los que está abierto a todos los públicos. No, no lo exprime al máximo pero su conducción nos permite comprobar que ese V10 atmosférico de 5.7 litros ruge como ningún otro en el momento en el que envía sus 603 caballos de fuerza a las ruedas traseras a través de esa transmisión manual.
Un timbre único con un sonido gutural cuando se sitúa en el rango bajo de revoluciones y un chillido más elevado que se percibe en los cambios. Movimientos que el Porsche Carrera GT hace de una forma tan sencilla que ver cómo dibuja algunas curvas a más de 200 km/h es una delicia: imaginaos lo que debe suponer hacerlo en primera persona experimentando esa aceleración que alcanza con una facilidad inusitada. Poco importan los movimientos y sacudidas cuando el sonido de ese V10 invade Nürburgring. ¿Volvemos a dar al ‘play’?
