Volvo C30 DRIVe por Heico Sportiv, los diésel también tienen su oportunidad

Recuerdo un set de preparaciones para el C30 de hace unos años en el que Heico Sportiv mostraba una estilo de camuflaje para el pequeño de Volvo. A lo largo de estos años este preparador se ha sacado de la manga varias y buenas preparaciones para otros Volvo.

Reconozcámoslo, tunear un Volvo no es fácil porque a nada que te pases va a quedar un coche exagerado. Heico muy cerca del límite pero quizás por ello sus trabajos son interesantes, como el último sin ir tan lejos. Tras unos pequeños cambios en el Volvo C30 Heico nos muestra un programa para la versión más ahorradora de todas, la 1.6D DRIVe.

La verdad es que este C30 DRIVe conserva muchos atributos y, de todo lo que se suele cambiar en una preparación así, sólo modifica ligeramente el spoiler delantero, los faldones laterales y la trasera, con un difusor con un poco más de relieve y cuatro tubos de escape en lugar de dos. El punto más discordante llega con las llantas de 18 o 19” de diámetro.

Para ganar parte de esa apariencia deportivan tiran del habitual reducción de altura, con unas suspensiones deportivas que recortan hasta 3 centímetros de altura libre al suelo. Pero las mejoras en dinámica no se quedan aquí ya que se acopla un sistema de frenos de cuatro cilindros para robar segundos en las deceleraciones.

Además del aparato estético Heico Sportive añade una mejora del motor, del afinado motor que llevan las versiones DRIVe. El 1.6 turbodiésel de 109 CV aumenta su potencia hasta los 125 CV y ofrece un máximo de 280 Nm de par máximo. De esta manera marca su tope de velocidad en los 200 km/h y alcanza los 100 km/h en 9.2 segundos, 2.1 segundos menos que originalmente.

Y lo que pasa con el consumo no lo sabemos porque no se dice nada. Es más que probable que con las ruedas de mayor anchura el C30 DRIVe sea algo más tragón. En cualquier caso, depende de cada uno el renunciar a un buen consumo en favor de un aspecto más aguerrido.