La actuación de McLaren este sábado en Spa-Francorchamps no inspira otra cosa que tristeza. Tristeza por ver a dos buenos pilotos, un equipo histórico y un motorista con nombre vagar sin rumbo por una de las pistas más prestigiosas del Mundial de Fórmula 1. Vale que hicieran lo que hicieran iban a salir últimos y que lo importante vendrá mañana domingo en carrera, pero que a una vuelta vuelvan a verse sólo por delante de Manor es lamentable.
A Fernando Alonso ni siquiera le quedará el consuelo de salir por delante de su compañero de equipo, pues cinco décimas hacen que deba partir último en el Gran Premio de Bélgica 2015. Los McLaren se quedaron a un segundo de Sauber y el asturiano no tardó en calificar este fin de semana como «el peor del año», justificando así el doble cambio de motor.
A Alonso no le faltó autocrítica en esta ocasión, pero reconoció que pese a que había margen de mejora como bien demostró Jenson Button, no había manera de que McLaren limase las «nueve décimas» (sic) que separaron al británico de Felipe Nasr. Aún así se toma con filosofía la carrera sabiendo que deberán ir descubriendo de todo mañana al no haber rodando lo suficiente en libres. Tiene más pinta de test con público que de una gran carrera para los de Woking este fin de semana, que más que en Monza tienen la cabeza ya en Singapur.
Foto | McLaren
