Representantes de la firma Smith & Williamson han declarado que pese a liquidar los bienes de la escudería de Fórmula 1, los fondos percibidos fueron insuficientes para honrar todas las deudas pendientes, mismas que rondan los 26 millones de euros. A estas alturas, considerando que Caterham dejó de operar en 2014, no hay manera de conseguir el dinero que se debe a proveedores como Renault, Total, McLaren y Dell, así que más allá de esperar con fe algún milagro financiero, tales empresas deberán resignarse y pasar la página.
El ex equipo de Fórmula 1, propiedad de Tony Fernandes, fue creado en 2009 y se presentó a correr en la temporada 2010 como Team Lotus. Luego pasaría a llamarse Caterham a partir de 2012. Entre los equipos de bajo presupuesto, al igual que Virgin e Hispania, parecía el de más sólida gerencia, pero nunca pudo alcanzar un punto. Justamente, las inversiones y los pactos realizados por Fernandes para intentar, en vano, salir del fondo de la parrilla fueron las razones que aceleraron el proceso de bancarrota.
Entre los afectados, unos 300 acreedores, el primero en la lista es Renault que perdió unos siete millones de euros por concepto de suministro de motores. En tanto el proveedor de combustible Total dejará de percibir 900 mil euros y el socio tecnológico Dell unos 800 mil. En el informe se indica que el último desembolso de dinero, unos 6 millones de euros, fue destinado a honrar el compromiso con EXIM, un banco de Malasia. Posterior a ese pago, se acabaron los fondos y las probabilidades de cancelar el resto de las deudas.
Vía | Nextgen Auto
