Para vivir en un planeta más limpio, sin contaminación, sin emisiones de CO2, es necesario utilizar energías renovables que nos permitan dejar de lado los combustibles fósiles. El problema de las energías renovables es que muchas de ellas dependen de los recursos renovables naturales, como el sol o el viento. En las horas en las que no haga sol o viento, no se genera energía. Pero puede haber una solución para esto, al menos en cuanto a la energía solar.
Reflectores solares espaciales para prolongar las horas de luz
Sí, la solución no tiene que ver con almacenar la energía generada en las horas de luz que se suele desperdiciar ya que no hay tanta demanda. Tiene que ver con reflectores espaciales. Estos reflectores reflejan la luz solar a los parques solares, permitiendo generar más energía en horas donde no hay luz solar.
Estos reflectores se inclinarían cada vez que pasasen por un parque solar para iluminarlo y cuando el reflector ya no ilumine el parque solar, se puede girar para que quede de canto al sol y así no refleje luz a la Tierra. Esto ampliaría la generación de energía unos 15 o 20 minutos al día, al anochecer o al amanecer, cuando la demanda de energía es mayor.
¿Puede afectarnos tener más horas de luz?
En principio, no. Se supone que estos reflectores estarían a 900 kilómetros por encima de nosotros, y eso solo les da la capacidad de iluminar un área de 10 kilómetros de ancho. Solo podríamos verlo si estuviésemos en el parque solar que se va a iluminar, y normalmente están alejados de zonas habitadas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que estos artefactos solo reflejaran la luz durante pocos minutos y que sería sobre todo al anochecer o al amanecer. A esas horas, el cielo brilla más que cuando es de noche, y aún así, los niveles de luz no sobrepasan los de un día nublado.
Además, el reflector tampoco sería visible para nosotros, a no ser que, de nuevo, estemos cerca de un parque solar, por lo que la contaminación visual sería mínima.
¿Esto sucederá pronto?
Bueno, esto es solo una propuesta de parte de Onur Çelik, investigador de tecnología espacial de la Universidad de Glasglow y de sus compañeros de profesión. Él mismo dice que estos «reflectores solares en órbita», como él los llama, están lejos de hacerse realidad ahora mismo.
Esto se debe a que en su propuesta habría que utilizar reflectores de 250 metros de largo con un peso de 3 toneladas cada uno. Y ahora mismo, lanzar objetos así puede costar miles de dólares por kilogramo. Hasta que el precio no se reduzca a unos cientos de dólares por kilo, esto no sería posible ya que es muy caro. Sin embargo, estos investigadores esperan que en unos años, este proyecto sí que se pueda llevar a cabo.
Eso sí, si este sistema se llega a implantar, podría ser una gran solución para la producción de energía renovable. Así podríamos olvidarnos de los combustibles fósiles incluso en las horas en las que la demanda de energía aumenta.
