Ya falta menos para tomar la decisión de lo que muchos consideran cambiar el ADN de la Fórmula 1. Tras decidir entre el sistema de protección de cabeza propuesto por Ferrari y el AeroScreen de Red Bull, la FIA sigue poniendo a pruebas junto a la escudería italiana dicho elemento que se espera que sea instaurado en el campeonato a partir de la próxima temporada y que debería llegar al resto de categorías de la pirámide controlada por la Federación Internacional.
A la espera de ver la nueva evolución rodar en el próximo Gran Premio de Gran Bretaña, se estuvieron realizando durante la tarde de ayer algunas pruebas de extracción del piloto con los comisarios de la carrera austriaca y parte del equipo médico de la FIA. Las informaciones apuntan a que los tiempos de esta segunda versión del prototipo sería de 12 minutos si se siguen los procedimientos estándares de la Federación, más del doble que sin el Halo.
Ahora construido en titanio (más ligero pero igual de resistente) se espera que siga modificándose el diseño del mismo, algo que ya se ha podido ver con una EvoII más estilizada en el pilar, pero con un aro de protección más ancho que el que se pudo ver en Montmeló. Por su parte, Red Bull ya ha descartado seguir desarrollando su AeroScreen, por lo que la FIA deberá decidir si hacerlo ellos por iniciativa propia o únicamente centrarse en el Halo (de cara a 2018).
Así esta el nuevo halo en la FP1: desmontado pic.twitter.com/P9UlgQ2Lf7
— Albert Fabrega (@AlbertFabrega) July 1, 2016
