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El Alpine A110 y la locura de pagar por un Renault el precio de un Porsche de motor central

El coche que ves sobre estas líneas debe sus orígenes a dos razonamientos muy concretos. El primero, que existe cierto interés en el cliente por lo clásico, y en Renault son conscientes de ello cuando se embarcan en un proyecto como la resurrección de Alpine. Lo segundo, que de vez en cuando se alinean los astros y nacen productos excepcionales, difíciles de justificar desde el punto de vista comercial, pero apasionantes para los que amamos este mundillo del automóvil. Y así es el Alpine A110. ¿Pero cómo puede justificarse el Alpine A110 y pagar por un Renault tanto como por un Porsche?

Nos importan sus características, su peso, su exclusividad, o su imagen clásica. Pero, a la espera de la confirmación de precios más concretos, hablar de un deportivo de motor central en el entorno de los 60.000 euros nos lleva directamente a compararlo con la referencia del mercado, que son los Porsche de motor central, ahora Porsche 718 Cayman y Porsche 718 Boxster. Nos guste, o no, esos siempre serán los rivales a batir. Y esa será la idea que tendrá en su cabeza cualquiera que se esté planteando adquirir el primer modelo de la nueva Alpine.

Y lo único que podría alejarnos de ese error tan evidente sería probarlo y comprobar si de verdad el de Renault tiene algo que aportar frente a los deportivos más pequeños, y de motor central, y tracción trasera, de Porsche. Cosa que aún no hemos hecho. Y hasta que no lo hagamos no podremos certificar.

El Alpine A110 no es un Cayman, pero la comparación con el alemán no solo es necesaria, sino también inevitable

Compararte con Porsche, atacándoles en uno de sus feudos, no es nada sencillo. Es una lucha contra la historia, contra más de 50 años de Porsche 911 y contra las cuatro últimas generaciones de sus deportivos de motor central, que para muchos se han convertido en el modelo de acceso a la marca, y quizás la única opción de tener un Porsche moderno en el garaje, como atestiguan los precios y los movimientos que de estos deportivos se producen en el mercado de ocasión.

Alpine propone un producto para los más nostálgicos, que rememora fielmente un histórico deportivo de los sesenta y los setenta. Pero aquí nos encontramos con otro problema. Aquellos que eran jóvenes cuando los Alpine A108 y A110 rodaban por Europa, y hasta ganaban rallys, hoy probablemente hayan superado con creces la edad del cliente potencial de un deportivo de estas características.

En cambio, muchos de los que hoy comprarán un Cayman o un Boxster nuevo, o buscarán ofertas en el mercado de ocasión, crecieron con la silueta del Porsche 911, la imagen de sus faros circulares, y lo reconocen sin tener que girar la cabeza por el traqueteo metálico de sus motores de cilindros enfrentados.

El Alpine A110 se ampara en la nostalgia y lucha contra la historia

La comparación, no obstante, es odiosa. Y si no que se lo digan al Alfa 4C, que muy probablemente sea el deportivo que esté más próximo a la idea del Alpine. Y todo por una cuestión de peso.

El más modesto de los Porsche 718 Cayman es más potente que el Alpine A110. Pero mientras el alemán homologa 1.335 kilogramos sobre la báscula, el francés ronda los 1.100 kilogramos, e incluso se queda por debajo de las cifras en función de su configuración, situándose en cifras más propias a las de un Alfa 4C, que no está lejos de la barrera psicológica de los 1.000 kilogramos. Lo cual nos indica que no solo estamos ante un nuevo integrante de la escasa oferta de deportivos de motor central en el entorno de los 60.000 euros, sino también ante un deportivo especialmente ligero y también próximo a la idea de Lotus.

Para conseguirlo, Alpine ha cuidado – y mucho – el trabajo de aligeramiento, empleando chasis, elementos estructurales y de carrocería, de aluminio. Alfa Romeo fue más allá en su 4C dotándolo de un monocasco de fibra de carbono, una solución que habitualmente solo encontramos en máquinas de varios cientos de miles de euros. También se ha cuidado la distribución de pesos, alcanzando el 44%-56% (delantero-trasero) entre ejes. Y ya no solo beneficiándose del hecho de que su motor se sitúe inmediatamente por delante del eje trasero, sino incluso recurriendo a soluciones como instalar el depósito de combustible sobre el eje delantero.

El Alpine A110 ha apostado por la construcción ligera como uno de sus factores diferenciales, pero sin apostar por soluciones tan atrevidas y sorprendentes como el monocasco de fibra de carbono del Alfa 4C

Sea como fuere, el Alpine A110 sigue siendo un Renault, y se producirá en fábricas de la marca del rombo. Renault ha escogido su factoría de Dieppe, la misma que originalmente fue erigida por el fundador de Alpine a finales de los sesenta, y que en épocas más recientes se ha encargado de los Renault más deportivos, los Renault Sport.

Para encargarse de la producción de los Alpine, la fábrica de Dieppe ha tenido que reformarse, inaugurar nuevas líneas, y especializarse en la producción de vehículos de aluminio. Renault asegura que se han invertido más de 35 millones de euros y que se han contratado a 151 nuevos operarios.

El Alpine A110 saldrá de una nueva línea que se ha instalado en la fábrica de Dieppe, la misma que se encarga de los productos Renault Sport

Por último, pero no por ello menos importante, hemos de hablar de su motor. Lo creas o no el Alpine A110 compartirá motor con un monovolumen, como es el Renault Espace.

Alpine asegura que el motor de 1.8 litros turbo y con 252 CV de potencia ha sido ajustado específicamente para el Alpine A110, y contará con componentes específicos en admisión y escape, y un calibrado propio de un deportivo. Pero eso no evitará que recordemos que este motor acaba de estrenarse en el Renault Espace, aunque con 225 CV de potencia. El Alpine A110 solo estará disponible con cambio automático de doble embrague, con un cambio desarrollado por Getrag.

En cualquier caso, no parece que el Alpine A110 necesite mucho más para ser competitivo. Su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. Con más potencia, pero también más peso, un Porsche 718 Cayman con cambio PDK puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos.

El motor 1.8 turbo del Alpine también se ha estrenado ya en el Renault Espace, aunque Alpine se ha reservado el derecho a emplear ciertos componentes específicos y un calibrado propio

Dicho lo cual, y sobre el papel, indiscutiblemente estamos ante un deportivo que dará mucho de qué hablar. Un deportivo que no solo ha osado entrar en un grupo tan selecto como ya es de por sí el de los de motor central, y precios razonables, sino también por apostar por situarse entre los más ligeros.

No hay duda, el Alpine A110 promete. Pero para saber si estamos ante el deportivo definitivo aún queda lo más importante, saber si es tan auténtico y pasional como un Alfa 4C y si su conducción nos enganchará tanto como lo hiciera el Porsche 718 Cayman.

Y eso solo podremos saberlo cuando lo probemos. Y tal vez entonces constatemos que el Alpine A110 es una locura, pero en el mejor sentido de la palabra.

Ver más imágenes del Alpine A110 en acción:

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