Así se convierte un Ferrari Enzo en un FXX

Las locuras más grandes en el mundo del tuning aparecen normalmente en dos lugares del mundo, Estados Unidos o los Emiratos Árabes Unidos. En el primero suelen ser de lo más originales y en el segundo de lo más brutas. Como por ejemplo este tremendo trabajo de conversión de Gemballa que ha conseguido que un Ferrari Enzo se parezca a un FXX y sea además todo una muestra de Me sobra el dinero…

Se presentó en el recién acabado Salón del Automóvil de Dubai con probablemente menos asombro que el que nos produce a nosotros. Gemballa hace su trabajo para una persona en concreto, un único cliente que ha pedido un Enzo totalmente exclusivo. Vaya, no es precisamente una novedad en la calurosa gran ciudad. Ahora bien, podrían haber partido del FXX para ahorrar tiempo.

El MIG >U1, que así han tenido a bien denominar a esta creación (o así lo ha querido su propietario), escoge del Ferrari de circuito su trasera donde dominan tanto el alerón como las cuatro salidas de escape. Están situadas en posición vertical y no sólo son decorativas sino que es la terminación de todo un nuevo sistema de escape.

Ferrari Enzo MIG-U1 de Gemballa, al estilo del Ferrari FXX

Toda la carrocería se ve más ancha que la del Enzo y ya no sólo por el alerón integrado sino por sus parachoques enormes. De la parte exterior lo más bonito se queda en las puertas de apertura en tijera, la toma de aire situada en el techo y en las llantas de color negro oscuro. Blanco y negro son los colores predominantes en el exterior y en el interior los que mandan son el rojo y el negro.

El futuro propietario debe ser amante de lo vampírico porque ha elegido un interior totalmente oscuro con unos asientos exclusivos en tapizado a rombos de color rojo. A la vista queda una gran pantalla situada en el centro del salpicadero, supongo que conectada a un sistema de infotainment con DVD y demás caprichos del estilo.

La información termina aquí pero me extraña mucho que este Enzo no tenga una buena dosis de caballos extra ni unos cuantos refinamientos en el chasis. Y a saber lo que habrá desembolsado el comprador para poner a andar a los ingenieros de Gemballa.