Interesante la reflexión que hace Rick Kranz en Automotive News acerca de si el Chevrolet Corvette debería tener una opción de cuatro plazas en un futuro próximo para no quedarse atrás con su competencia directa. De este tema se ha venido hablando desde hace mucho tiempo, e incluso alguno de los mandatarios de General Motors ha dicho que no le importaría ver tal cosa.
Según publica en su artículo en AN, es hora de un cambio dentro de la gama de Chevrolet para adaptarse a los nuevos tiempos. No lo dudo y los ejemplos que pone son de lo más significativos, empezando por el Porsche Panamera, que ha supuesto un éxito de ventas para Porsche.
La historia es que lo que ha hecho Porsche, muy bien hecho por cierto, es hacer un modelo completamente diferente, con una denominación distinta a la de su modelo estrella, el Porsche 911 pero conservando la filosofía de la marca y orietándolo más hacia un sector de clientes diferenciado, que buscan más comodidad pero sin perder la pasión de la marca.
Yo soy de los que piensa que Chevrolet no debería estirar al Chevrolet Corvette para captar nuevos clientes. El ‘Vette es un deportivo pasional, como lo es el 911 y ahí está todavía aguantando un diseño y una filosofía desde el inicio de sus andaduras. Son malos tiempos para un deportivo como Chevrolet Corvette, sus ventas lo atestiguan, pero un cambio así tan radical creo que no le haría bien.
Ahora, si en General Motors decidiesen hacer algo parecido a lo que ha hecho Porsche con el Panamera no lo vería para nada ilógico. Un nuevo modelo, basado en el Corvette pero sin tener nada que ver con el Corvette. Me explico, compartiría motores y algo de diseño, pero no sería un Corvette, sería otra cosa diferente pero parecida.
De cualquier forma, no creo que Chevrolet o General Motors deban meterse en una lucha directa con rivales como el Panamera o el Aston Martin Rapide. El lujo que destilan ambos modelos se aleja demasiado de Chevrolet, que hace deportivos más pasionales y más asequibles al gran público. Un público, que todo hay que decirlo, tiene una media de unos 50 años, algo que no gusta en General Motors.
Pero dudo que un movimiento como ese, añadir dos plazas más al Corvette, sea la medida adecuada para reducir esa media de edad. De hecho, hasta donde yo puedo entender, diría que la aumentaría aún más, siendo quizá perjudicial para las ventas del dos plazas. Un modelo así no lo miran los jóvenes, lo hace alguien con familia y presupuesto para una compra de ese estilo. Pero quién sabe, igual me equivoco en mis divagaciones…
Lo que está claro es que el Chevrolet Corvette necesita un lavado de cara. Algo que le de un nuevo impulso a sus ventas porque si en algo tiene razón Rick Kranz en su artículo, es que el deportivo por excelencia de los Estados Unidos está a punto de pasar a ser una especie protegida y eso, por mucho que nos pese, está pasando. Ojalá nos equivoquemos los dos en este sentido.
Fuente: Automotive News
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