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Hyundai RM16: este "Veloster" tiene un motor central de 300 caballos con un turbo eléctrico y es tracción trasera

¿Te acuerdas del Hyundai RM15? Hace un año Hyundai nos presentó un Hyundai Veloster de lo más alocado, con motor central y tracción trasera, con 300 caballos y con una pinta espectacular. Bien, ha regresado, puesto al día, evolucionado, mejorado. Ahora se llama Hyundai RM16 y bien podría ser el paso final antes de ver el primer modelo de Hyundai N (ver claves de Hyundai N), el Hyundai i30 N que tanto esperamos.

Hay importantes cambios respecto al RM 15: aerodinámica activa, menos peso, un diferencial electrónico y… ¡un compresor eléctrico!

Para la ocasión el prototipo ha suavizado sus líneas, tienen unas nuevas ópticas, un nuevo acabado para el paragolpes delantero y sobre todo se ha despedido de ese enorme alerón trasero para dar paso a un nuevo alerón mejor integrado, menos desproporcionado, algo así como un alerón “cola de pato” aplicado a la zaga de un compacto.

Mecánicamente este prototipo sigue contando con la mecánica gasolina de 2 litros de cubicaje situada en posición central, con una caja de cambios manual y enviando 300 caballos de potencia al tres posterior. Pero hay una importante novedad.

A pesar de que su potencia se ha mantenido la firma coreana nos habla de que se ahora se recurre a un compresor eléctrico, dejando claro que en Hyundai también trabajan en este camino, un camino que ya se ha explorado en coches de producción de la mano del Audi SQ7.

Hyundai habla de que esta nueva revisión, este RM16, cuenta con un peso menor, teniendo presente que el RM15 arrojaba sobre la báscula un peso de 1.260 kg, quedando articulado, estructuralmente, alrededor de un chasis de aluminio y una carrocería con paneles de fibra de carbono.

Además del menor peso, de las nuevas claves de diseño y de la presencia de un compresor eléctrico, este Hyundai RM16 cuenta además con un sistema de aerodinámica activa (el antes mencionado alerón posterior es regulable) y un diferencial autoblocante gestionado electrónicamente, como ocurre por ejemplo con el TVD de los Lexus más deportivos (ver prueba del Lexus GS F y RC F).

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