El inicio de temporada del fabricante francés está lejos de ser el esperado para lo que se espera de una firma que ayudó a Red Bull a dejar de ser esa escudería simpática salida de las cenizas de Jaguar para convertirse en el “coco” de este Mundial de Fórmula 1 que fue. A pesar de sólo tener dos equipos en los que centrarse, Renault no ha dado con la tecla y además de no dar un paso gigante en cuanto a rendimiento tampoco están dando la talla en cuanto a fiabilidad.
Obviamente, tras lo visto este fin de semana, en la escudería de las bebidas energéticas y en la de su hermano pequeño italiano no hay nadie contento. Si ayer era Daniel Ricciardo el que tenía que estrenar su tercer propulsor de la temporada en solo tres grandes premios, hoy han sido Daniil Kvyat y Max Verstappen los que no han podido completar la carrera debido a la mecánica, e incluso Carlos Sainz también ha sufrido problemas con el cambio que podrían estar relacionados con la unidad de potencia gala.
Lo peor de toda esta situación es que parece que no hay una solución rápida. Cyril Abiteboul dice que en Renault esperan tener solucionados dichos problemas de fiabilidad para el Gran Premio de Mónaco (séptimacarrera de la temporada) y entonces ponerse a trabajar para mejorar el rendimiento del motor. Sinceramente, en Red Bull tienen motivos para estar descontentos con su proveedor y veremos hasta dónde llega la paciencia de los responsables, si no ha llegado ya a su límite.
Por ahora, el CEO de Renault F1 promete más sufrimiento el próximo fin de semana en Sakhir, algo que sin duda pone en sobreaviso a Ricciardo que al igual que Fernando Alonso ya teme que la penalización por superar el límite de motores a utilizar por cada piloto es inevitable.
Sabíamos que teníamos este riesgo de fiabilidad. No estoy muy seguro desde una perspectiva logística lo que puede ocurrir en Bahréin, pero sin duda nuestro objetivo es no tener ningún problema de fiabilidad para Mónaco. Sabíamos que nuestra primera unidad tendría algunas debilidades en términos de fiabilidad.
