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Red Bull, dos años de acuerdo y la influencia de Ford. Sébastien Ogier aclara los detalles de su fichaje por Citroën

Con Craig Breen – Scott Martin y Mads Østberg – Torstein Eriksen todavía representando al equipo, Citroën Total Abu Dhabi WRT se dirige a Gales, sede de la cita undécima del campeonato”… Así inicia la firma de los dos chevrones el comunicado previo al rally británico que se disputará este mismo fin de semana. Desde luego, el fichaje de Sébastien Ogier anunciado el pasado viernes ha supuesto una buena forma de agitar el Mundial de Rallyes en esta breve pausa entre la disputa de la prueba otomana y la de Gales.

El campeonato está esperando precisamente a saber si la revolución en la alineación de Citroën Racing se completa con la llegada de Esapekka Lappi ante los rumores de que el finlandés ya tendría su acuerdo firmado y que la oficialización no debería tardar más que unos días. De confirmarse, Toyota GAZOO Racing debería ser la siguiente en mover ficha, con el nombre de Kris Meeke sobrevolando la sede de Puupola en la que se erige con gran éxito el cuartel general de los de Tommi Mäkinen. Ni Pontus Tidemand, ni Kalle Rovanperä, ni Jari Huttunen, parecen ser opciones que todavía no han alcanzado el grado de interés adecuado para el tetracampeón mundial.

En todo este aluvión de nombres y a la espera de que se vayan produciendo los distintos anuncios para ver cómo queda conformado el plante de la temporada 2019, el medio francés L’Equipe ha tenido acceso a una entrevista con Sébastien Ogier en la que el pentacampeón del WRC ha desgranado poco a poco algunos de los detalles de su nuevo acuerdo con Citroën, el regreso a la casa de Satory ocho años después.

Empezando por su contrato, el cual fue anunciado con las palabras de “2019 en adelante”, pero que sin embargo por el momento solo incluye las campañas 2019 y 2020, años en los que Ogier tratará de entrar en la historia junto a Juha Kankkunen como los únicos dos pilotos que han conseguido coronarse campeones con tres marcas distintas. En cuanto a las razones que motivaron su cambio de aires tras solo dos campañas en M-Sport, Ogier ha sido contundente. A pesar del trabajo de Wilson y seguramente la presión ejercida por Gerard Quinn (directivo de Ford Performance en Europa) no ha sido suficiente para terminar de convencer a Ford para que entrara de nuevo oficialmente en el campeonato, condición sine qua non para el francés.

Hay más de un elemento que me ha convencido para firmar con Citroën. El primero y el primordial es el de encontrarme con un equipo motivado, que tiene ganas de volver a ganar y que, según yo, tiene las capacidades para hacerlo, con una montura que tiene potencial. Ford parecía motivado y quería ayudarnos. Pero desafortunadamente estaba un poco decepcionado en este sentido. No pude ver el apoyo esperado y continuar trabajando en estas condiciones no era posible para mí. Le dí a Ford un ultimátum: o recibimos apoyo oficial de fábrica, o existe la posibilidad de que me interese por una alternativa. En el momento de tomar la decisión odiaba dejar a Malcolm Wilson y a su equipo M-Sport porque no era su culpa. Lo dieron todo para darnos un coche competitivo, pero Ford no contribuyó.

También ha influido y mucho la llegada de Pierre Budar, nuevo gestor del equipo con el que ‘conecta’ mucho mejor que con su predecesor, Yves Matton, y que le ha prometido entre otras cosas reforzarse ampliamente en el apartado de técnicos con experiencia que pueda sacar a Citroën de la situación en la que está, última en el apartado de marcas y único fabricante sin victorias en 2018 por las tres que tienen Hyundai y M-Sport, o las cuatro de Toyota. Como ya comentamos hace unos días, Sébastien Ogier había podido probar el Citroën C3 WRC en el sur de Francia, algo que le había reportado muy buenas sensaciones a pesar de que este no contaba ni siquiera con las últimas evoluciones.

Obviamente no se han hecho públicos los montantes de la operación, aunque L’Equipe habla de cifras importantes, especialmente en materia de contratos, teniendo en cuenta que Kris Meeke cobraba según la publicación francesa 2,5 millones de euros al año. Ayudará que junto a Sébastien Ogier también desembarcará en Citroën Red Bull, la cual aportaría en teoría tres millones por temporada al equipo de los dos chevrones.

Actualmente no estamos en la mejor posición en el Campeonato, pero tampoco ha terminado. Todavía tenemos nuestras oportunidades y me complaceré. Sería ideal estar en Monte-Carlo 2019 con el Citroën C3 y el dorsal número uno en las puertas, pero más allá de eso, lo más importante en esta aventura es lo que hayamos conseguido en 2020, porque eso significaría que asumimos el desafío, comenzando desde el primer año.

Vía | L’Equipe (edición impresa)

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Iván Fernández

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