El Grandland X es la propuesta de Opel para el que quizá es el segmento más importante de todos, el de los SUV compactos, aunque las 4.417 unidades vendidas en lo que va de año distan mucho de las cifras cosechadas por rivales como el SEAT Ateca (11.512 uds.), el Peugeot 3008 (11.476 uds.) o el best seller Nissan Qashqai y sus 15.416 unidades. Es por eso que la firma del rayo ofrece la versión básica en oferta por menos de 22.500 €, un precio que si bien resulta ser unos 3 mil euros superior al del escalón de acceso de sus competidores, sí que aporta un plus de equipamiento extra sobre ellos. Te contamos a continuación si vale la pena la promoción de este alemán.
Ofrece un buen equilibrio entre motor y equipamiento, pero no es la opción más económica
El Grandland X es uno de los primeros modelos de Opel desarrollado bajo el paraguas de PSA, por lo que está construido sobre la base del Peugeot 3008, pero aportando una estética propia y un carácter un tanto diferente. Frente a esos top ventas que comentábamos, el modelo de Rüsselsheim con sus 4,48 metros de longitud, 514 litros de maletero y 2.675 mm de distancia entre ejes se posiciona entre los más amplios, obviamente, junto al modelo francés.
Respecto al nivel de equipamiento asociado al acabado básico Selective, en líneas generales es muy completo, pero con alguna que otra laguna dado su precio. Así pues, incluye elementos como control de crucero, detector de señales de tráfico, climatizador bizona, sensor de luces, llantas de aleación en 17 pulgadas y sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas, conectividad Apple CarPlay y Android Auto y cámara de marcha atrás, entre otros, pero con vacíos (no excesivamente importantes) como los que dejan sus luces halógenas para carretera y cruce.
En el apartado mecánico nos encontramos con un 1.2 tricilíndrico turbo de gasolina que desarrolla una potencia de 130 CV y 230 Nm de par motor a tan solo 1.750 rpm, estando asociado dicho propulsor a un cambio manual de seis relaciones. Con todo ello logra un 0 a 100 km/h en unos discretos pero decentes 10,4 segundos y un consumo medio de 6,2 litros por cada 100 km recorridos según el ciclo WLTP. Respecto al 3008 que contaría con el mismo tren motriz, los ingenieros de Opel parece – teniendo en cuanta algunos de sus datos técnicos – que han optado por unos desarrollos del cambio un pelo más largos, situándose ambos modelos por delante de las propuestas japonesa y española en lo que a motorización se refiere.
¿Cuál es la letra pequeña de la oferta de Opel?
Profundizando en la letra pequeña, los 22.488,77 € que cuesta el Opel Grandland X Selective 1.2 T 130 CV están condicionados a una financiación (22.739 € para quien no financie) sin entrada de 47 mensualidades de 360 € y una cuota final de 11.248,44 €, la cual puedes no abonar si decides entregar el coche. Además, en el precio ya se incluye la aportación del fabricante al Plan Renove, por lo que cliente se puede beneficiar adicionalmente de la ayuda directa que le corresponda según su situación, debiendo entregar un coche usado con una antigüedad mínima de 10 años y 12 meses de titularidad, sin olvidar que también se incluye el mantenimiento durante esos 4 años y un seguro a todo riesgo con franquicia de 300 € durante el primer año, y que este precio es válido hasta final de año.
Resumiendo cómo queda frente a sus rivales: el Peugeot 3008 aporta una atmósfera «más lujosa» y el mismo propulsor, pero a pesar de tener un precio muy similar (23.200 €) su equipamiento es ligeramente inferior. Si miramos al Nissan, por 21.000 € tenemos el N-Style DIG-T 140 CV, muy bien equipado, pero con un motor que no brilla ni por consumos ni por prestaciones, aunque en el global sería la propuesta más equilibrada. Sin embargo, quizá lo más recomendable sea sacrificar un poco esas prestaciones y apostar por el nuevo SEAT Ateca 1.0 TSI 115 CV Reference que está actualmente en promoción por 18.700 €.
Opel Grandland 
