
Toyota lo vuelve a hacer y nos desvela su creación más purista, un deportivo de los de antes, con su mejor tecnología, V8 y transeje, para proteger el tarro de las esencias
Toyota tenía razón. Si el fin último es hacer que el automóvil sea completamente eléctrico, el camino para llegar hasta ahí era perfeccionar la tecnología híbrida, combinando motores de combustión sencillos, con motores eléctricos cada vez más potentes y con mayor protagonismo en el rendimiento final del vehículo. Y si una marca ha sabido hacerlo, hasta convertirse en el adalid del híbrido, esa ha sido Toyota, que aún nos tenía gua