Parece que los grandes deportivos no son los únicos que pueden ejercer de “Safety Cars” en las competiciones más sonadas. Ahora hay hueco también para los compactos deportivos porque su nivel como deportivos asequibles se ha incrementado durante los últimos tiempos. No están hechos para darlo todo en la pista pero poco les falta.
Dos de los últimos hot-hatch que conocemos ya tienen sus versiones como coche de seguridad, el Renault Mégane RS y el más reciente Alfa Romeo Giulietta Quadrifoglio Verde. El primero gasta 250 CV de un motor gasolina turboalimentado de 2.0 litros y es capaz de romper el 0 a 100 km/h en 6.1 segundos mientras que el segundo monta un 1.759 TBi de 235 CV y realiza la misma medida de aceleración en 6.8 segundos. Claramente ambos están capacitados para ejercer de coches de seguridad en pista.
El Mégane RS servirá de Safety Car para os eventos de la BTCC (British Touring Car Championship) a los mandos de Scott Stringfellow y Peter Harris. No es exactamente el Mégane RS más básico que se vende sino que incorpora el mejorado chasis Cup con el diferencial de deslizamiento limitado y neumáticos Michelin Pilot Sport 2, todo lo necesario para poder adaptarse a las velocidades de los coches de pista.
Por otro lado el Alfa Romeo Giulietta QV debutará como Safety Car en el campeonato mundial de Superbike SBK durante la celebración del Gran Premio de Monza. Está pintado en color Rosso Competizione y monta unos faldones delantero y laterales como extra además de unos retrovisores en fibra de carbono.
Desde este mismo momento les deseo mucha suerte como “conductores” de la seguridad en las pistas y que no se vean nunca involucrados en incidentes como éste.
Vía: zercustoms | autoblog.it
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