Cam Shaft convierte a tu Renault Clio RS en una máquina hecha para el Infierno Verde

Todos sabemos que el Renault Clio RS ha siempre sido un coche predilecto para el trameo en general. En su anterior generación, su motor atmosférico de 200 CV y el chasis Cup ha recibido todo tipo de alabanzas dinámicas. Es muy común ver a Renault deportivos a fondo en el Infierno Verde, donde no hace falta tener un Porsche para disfrutar como un enano. El preparador alemán Cam Shaft ha decidido adaptar un Renault Clio RS a las exigencias del Nürburgring, con una preparación específica.

En primer lugar, se acopla un nuevo filtro de aire K&N al coche y una reprogramación electrónica, que llevan la potencia hasta los 225 CV, y el par máximo hasta los 250 Nm. Si añadiésemos un escape Akrapovic tendríamos un combo de infarto. El equipo de frenado delantero se reemplaza por los discos y pistones del Renault Mégane R26.R, pata negra de la deportividad francesa. Un uso exigente en circuito demanda una mejora en la potencia y durabilidad del frenado.

La suspensión de serie es reemplazada por coil-overs firmados por H&R, con mayor dureza. Dicho sea, el Nürburgring es un circuito bastante bacheado, por lo que una suspensión dura cual roca no es lo más adecuado. En el interior del coche se ha dispuesto de la banqueta trasera, reemplazada por una jaula antivuelco que añade rigidez al conjunto y protege en caso de accidente. El resto de mejoras son simplemente estética, para llamar la atención en el circuito.

Los antiniebla son amarillos, la carrocería es de un color gris mate, las llantas han sido pintadas de verde mate y se han añadido vinilos a lo ancho y largo de todo el coche. “Salpicaduras” de pintura y una pegatina que en el retrovisor se leería “apártate a la derecha”. El interior recibe más pegatinas en consola central y molduras de puertas. Una preparación que la verdad es que incrementa el potencial tramero del Clio RS en varios enteros.