Como cada año, Audi ha celebrado el meeting anual donde se pone de relieve el estado de la compañía y hacia dónde se dirige. En uno de los discursos de Bram Schot, Presidente del Consejo de Administración de Audi, el directivo alemán ha confirmado ante la audiencia allí presente dos cosas: por un lado, la parte buena, es que el Audi TT tendrá sustituto. La parte quizá no tan buena (al menos para los que nos duele un poco ver deportivos electrificándose) es que el Audi TT de combustión, tal y como lo conocemos, tiene los días contados.
Como es lógico en los tiempos que corren, los discursos de unos y otros han girado en torno a la electrificación y las estrategias de Audi para afrontar esa transición en los próximos años. Una de esas estrategias consiste en centrar máximos esfuerzos en la electrificación, y para ello habrá que «dejar ciertas cosas a un lado». Con estas palabras preludiaba Schot lo que hasta ahora había sido una incógnita, si el Audi TT tendría sustituto o no.
Y lo cierto es que lo tendrá, y además este será eléctrico. Según Schot, «en unos años reemplazaremos el TT con un nuevo y emocionante modelo en el mismo rango de precios, y será un coche eléctrico». Con esas palabras cabe interpretar un sustituto que ocupe el lugar que actualmente tiene el TT en la gama de Audi, otro coche con otro nombre, pero no un sucesor directo. Hagan aquí sus apuestas.
Desde Audi no se dieron más detalles al respecto, por lo que a partir de ahí caben todo tipo de elucubraciones sobre su plataforma (posiblemente la misma empleada por el Volkswagen ID.3) y mecánica. Sea como fuere, el pequeño deportivo de Audi se dará de baja en el club de la combustión interna (acaso exista algo así) y con ello perderemos su fabuloso motor 2.5 TFSI de cinco cilindros, un portento por entrega de potencia, prestaciones y sonido que en el actual TT RS entrega 400 caballos.
Además de lo anterior, Bram Schot tuvo a bien lanzar una pregunta: «Por ejemplo, el R8. ¿Necesitamos un sucesor con un motor de combustión?» La cosa quedó ahí, preguntándose si eso encaja con su visión de futuro, pero hay motivos para pensar que el próximo Audi R8 podría perder su espectacular V10 atmosférico de 5,2 litros. Si me lo permiten, añadiré algo: ojalá sólo se quede en una leve electrificación.
Fuente: Audi
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