Como único en el segmento de modelos compactos Ford instaura sobre su compacto Focus y sobre el monovolumen C-Max una variante que puede propulsarse tanto con gasolina como con metano. Inicialmente se dispone para el país italiano pero según se comporte el mercado podría terminar, al menos de forma simbólica, vendiéndose en nuestro país.
El motor elegido para esta doble fuente de energía es el gasolina atmosférico de 2.0 litros de cilindrada y 145 CV de potencia. Éste puede realizar su funcionamiento tanto con gasolina como con metano, pudiendo intercambiar “en caliente” entre uno y otro combustible gracias a una centralita inteligente. Trabaja mediante un protocolo que trata de optimizar al máximo el uso del metano tomando el uso de gasolina como secundario cuando es totalmente necesario.
Aunque la potencia desarrollada por este bloque es de 145 CV, este valor es válido para su funcionamiento con gasolina puesto que con gas natural decae hasta los 124 CV. De manera similar ocurre con el par motor máximo, de 185 y 160 Nm respectivamente. Como ventaja, al utilizar metano emite sólo 163 gr/km de CO2( 171 con gasolina) y el consumo es de 7.2 litros/100 km en ambos casos. La diferencia es que el litro de metano es sensiblemente más barato que el de gasolina.
Estructuralmente el metano va situado sobre tres bombonas de 30 litros de capacidad en la parte baja del maletero, lo que a priori debería aportar un nuevo reparto de pesos que podría ser beneficioso. Por otro lado añade el inconveniente de la pérdida de volumen en el maletero, pasando a ofrecer 201 litros el Focus y 368 litros el C-Max (un 45 y un 35 % menos). El depósito de gasolina en cambio permanece sin cambios y ambos alcanzan el inteligente sistema de admisión que controla el uso que se hace de ambos.
Su precio parte de los 19.000 euros del Focus 2.0 a metano y de 22.250 euros para el C-Max. Ambos modelos se ven beneficiados con una ayuda de 1.500 euros para su adquisición por parte del gobierno italiano.
En los tiempos que corren sigue aumentando el lanzamiento de modelos que funcionan con GPL (gas de petróleo licuado) o con diferentes gases naturales comprimidos como el metano y así se atestigua el amplio crecimiento de sus ventas, especialmente en Italia. Las ayudas de la administración actual para la compra de estos modelos sirven para facilitar su penetración en el mercado y que los fabricantes trabajen más en el desarrollo de futuros modelos más refinados y ahorradores.
Vía: Ford
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