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Coches de competición para recordar: Cadillac

Cadillac es una de las marcas de coches más antiguas del mundo, superada en Estados Unidos solo por Buick. Tradicionalmente, es una marca recordada por sus vehículos de lujo más que por su deportividad, pero eso no es óbice para que también tuvieran una cierta presencia en el mundo de las carreras aunque a muchos niveles fue más testimonial que pasional. En el caso de Cadillac, es uno de los mayores ejemplos de que el tomar parte en las carreras es a menudo una decisión tomada por marketing.

Cadillac Series 61 «Petit Pataud» – Varios

Aunque Cadillac participó en varias competiciones durante la primera mitad del siglo XX, su primera gran entrada en una carrera de gran importancia llegó con las 24 horas de Le Mans de 1950. El vehículo elegido fue un Cadillac Series 61, uno de los coches de lujo de la marca. Aunque el modelo original databa de 1938, la Segunda Guerra Mundial interrumpió muchos de los desarrollos en los coches y solo tras 1945 se pudo retomar la evolución, por lo que la versión usada en Le Mans no estaba tan desfasada.

El coche contaba con un enorme motor de de 5.400 centímetros cúbicos y en realidad el modelo era un Coupe de Ville a medio camino entre el Series 61 y el Series 62 que iba a ser su sucesor -según la fuente se especifica una u otra denominación-. La inscripción del coche corrió a cargo de Briggs Cunningham, con los hermanos Sam y Miles Collier a bordo de un coche que recibió el apodo «Cachorro Torpe» -del inglés, Clumsy Pup- por la falta de maniobrabilidad de la máquina.

Al final, el resultado no fue nada malo, logrando el vehículo con el número 3 una destacable décima posición que fue la segunda para los coches de hasta 8.000 centímetros cúbicos. Teniendo en cuenta que el Cadillac «Coupe de Ville» utilizado para la carrera no tenía una gran preparación, el resultado final estuvo por encima de las expectativas. Aún así y a pesar de los esfuerzos realizados, la marca no se metió de lleno en las carreras y no siguió en activo.

Cadillac Spider «Le Monstre» – Sport-Prototipo

No se puede entender la edición de las 24 horas de Le Mans de 1950 sin mencionar la otra unidad que Cadillac mandó a la entonces ya histórica carrera. Mientras la unidad con el número 3 tenía pocas modificaciones con respecto al coche de calle, la unidad número 2 era todo lo contrario. Mientras Briggs Cunningham decidió modificar el uno de los coches de forma típicamente americana, en el otro se tomaron medidas algo más drásticas. El comienzo fue despojarle de la carrocería original.

Una nueva carrocería mucho más aerodinámica fue desarrollada junto a la compañía aeronáutica Grumman. La empresa se encargó de probarla en el túnel de viento, siendo el Cadillac Spider uno de los primeros coches de carreras en tener ese privilegio. También se cambió la relación de cambios, esperando una velocidad punta más elevada al tener menor resistencia al aire. Tal y como estaba previsto, la velocidad fue bastante alta para la época, llegando a los 209 km/h, pero sufría acelerando al salir de las curvas.

Al final, Briggs Cunningham y Phil Walters pudieron completar las 24 horas de Le Mans en undécima posición a bordo del apodado «Le Monstre», aunque la falta de experiencia de los pilotos les lastró a lo largo de la carrera. Pero Cadillac y el equipo de Cunningham llamaron la atención de la prensa europea, que alabó su actitud, profesionalidad y ganas de innovar e intentar probar ideas nuevas en el mundo de las carreras. Se abría una puerta que cruzaría los destinos de las carreras europeas y americanas…

Cadillac Northstar LMP – Sport-Prototipo

Más allá de algunas apariciones esporádicas por la NASCAR a lo largo de los años, no fue hasta cincuenta años más tarde que Cadillac volvió a las carreras. Lo hicieron con un programa oficial que tenía que competir en el mundo de la resistencia con el objetivo de ir a las 24 horas de Le Mans a terminar el trabajo que habían comenzado medio siglo antes. Partiendo de un diseño de Riley & Scott y un motor Oldsmobile usado por primera vez en la IRL en 1996 -aunque esta versión era biturbo-, nacía el nuevo coche de carreras de Cadillac, el Northstar LMP.

Su debut se produjo en las 24 horas de Daytona del año 2000, terminando los dos coches la dura carrera en décimo tercera y décimo cuarta posición. El equipo encargado de la gestión de los coches en América era Riley & Scott, aunque bajo el nombre de Team Cadillac. Mientras tanto, en Europa era DAMS quien hacía competir los LMP. Los resultados mejoraron en algunas de las siguientes carreras, con un sexto puesto en Sebring -aunque a 29 vueltas del Audi R8 ganador- y una cuarta posición en los 500 km de Monza.

Con el paso de las carreras, el coche demostró que le faltaba velocidad pura y Cadillac se centró en realizar extenuantes sesiones de pruebas para mejorar el producto final. Esa fue la base del Cadillac Northstar LMP01 que se usó durante la temporada 2001. Los resultados siguieron mejorando y en Le Mans se llegó a la décimo quinta posición final. No era una maravilla pero era mejor si que la décimo novena del mejor coche de DAMS en la edición del año 2000. Aún así, había mucho trabajo por delante.

Cadillac Northstar LMP02 – Sport-Prototipo

Tras un año sin los éxitos suficientes, Cadillac decidió volar en solitario y dejó de colaborar tanto con Riley & Scott como con DAMS, quedando el equipo oficial para llevar a cabo todo el trabajo. El objetivo era dedicar tanto tiempo como fuera posible a probar el nuevo modelo y prepararse para las 24 horas de Le Mans. El Cadillac Northstar LMP02 dejó de lado los dos coches anteriores, partiendo prácticamente desde cero en lugar de seguir la línea evolutiva que llevaba a la máquina de 2001.

La carrera de debut del nuevo Northstar LMP02 vio una decepcionante vigésimo séptima posición como mejor resultado en Sebring, mientras la preocupación crecía sobre lo que podría lograrse en Le Mans. La sesión clasificatoria sí dio lugar a la esperanza, con los coches de la marca americana en octava y décima posición. Si conseguían sobrevivir a la dura carrera francesa, se podía obtener un resultado destacable. Con pocos problemas en los coches de delante, los Northstar LMP02 tuvieron que fiarse de su velocidad, que les llevó a la novena y duodécima posición final.

De vuelta a Estados Unidos para la American Le Mans Series, en la mayoría de sus apariciones el coche consiguió subirse al podio o quedar cerca del mismo, con su mejor actuación llegando en las calles de Miami. Allí, el Cadillac Northstar LMP02 pilotado por J.J.Lehto y Max Angelelli obtuvo una destacable segunda posición a tan solo catorce segundos del Audi R8 ganador. Finalmente, en el Petit Le Mans de 2002 se obtuvieron la tercera y cuarta posición antes de que General Motors anunciara a finales de año que el programa había sido un éxito y que este no tendría continuidad en 2003.

Cadillac CTS-V – Gran Turismo

Tan solo una década desde su última aparición en el mundo de las carreras, Cadillac volvió a las andadas, recordando la buena promoción que habían tenido con el Northstar LMP y sus evoluciones. Conscientes de sus buenos presupuestos pero falta de equipo técnico al nivel de competición mundial, la marca americana tomó una inspirada decisión que les vería competir en Estados Unidos. A fin de cuentas, allí es donde está su mayor mercado y tenía todo el sentido del mundo.

El lugar elegido para competir fue la SCCA Pirelli World Challenge, que a pesar del nombre tiene lugar exclusivamente en Norteamérica. El modelo, una versión preparada para las carreras del CTS-V en una especificación de GT bastante parecida a los actuales GT3. El debut se produjo en 2012 y obtuvo éxitos de inmediato. De hecho, tanto fue así que el primer año trajo el título de pilotos para Johnny O’Connell -piloto de Cadillac- y el de constructores.

Animados por el éxito en su año de debut, Cadillac puso toda la carne en el asador y se convirtió en el «coco» de la categoría GT. Johnny O’Connell repitió título en 2013 y 2014, con el CTS-V obteniendo resultados suficientemente buenos como a nivel global como para seguir ganando el campeonato de constructores también esas dos temporadas. El CTS-V había completado tres años de ensueño y debía dejar paso a su sucesor. Desde 2015, el nuevo ATS-V.R GT3 compite con éxito en el mismo certamen y en 2015 mantuvo el título en casa de Cadillac.

A diferencia de otras marcas con una presencia limitada en el mundo de las carreras, Cadillac goza de buena salud en el mercado y su presencia dentro del grupo de General Motors le asegura la supervivencia casi sin esforzarse. Aún así, tampoco es menos cierto que la competición no es una prioridad para una marca que tradicionalmente se ha mantenido relativamente alejada de ella. Pero teniendo en cuenta sus éxitos en América y que aunque pasaran muchos años, Cadillac acabó volviendo a Le Mans, nada es imposible.

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