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Temor a represalias y objetivos inalcanzables: según Bob Lutz y otros, el origen del Dieselgate de Volkswagen

¿Cuál ha sido el origen de la crisis de los TDI del Grupo Volkswagen? Según Bob Lutz – ex dirigente de General Motors y Chrysler – y fuentes internas de Volkswagen, fue la cultura corporativa del Grupo Volkswagen. Una cultura del miedo, unida a objetivos muy complicados de alcanzar para los equipos de ingenieros. El miedo a represalias y despidos habría causado que los equipos técnicos buscasen «soluciones de emergencia» para reducir las emisiones de CO2 y NOx a los ojos de los responsables del Grupo Volkswagen.

Bob Lutz coincidió en una reveladora cena con Ferdinand Piëch a finales de los 90.

Lutz y Piëch siempre fueron competidores del más alto nivel corporativo, Lutz ocupó cargos de alto nivel en Ford, Opel y BMW en Europa. Eran viejos conocidos. Bob Lutz coincidió con Ferdinand Piëch hace unos años, en una cena de la industria a finales de los 90. Volkswagen acababa de presentar la cuarta generación del Golf en el Salón de Frankfurt, una de las más exitosas de su historia. El estadounidense felicitó al alemán por el producto, alabando especialmente el acabado exterior, y lo bien ajustados que estaban los paneles de la carrocería.

Cuando le preguntó cómo lo habían conseguido, suspirando por algo parecido en Chrysler, obtuvo respuesta. Estas son las palabras de Piëch:

«I’ll give you the recipe. I called all the body engineers, stamping people, manufacturing, and executives into my conference room. And I said, I am tired of all these lousy body fits. You have six weeks to achieve world-class body fits. I have all your names. If we do not have good body fits in six weeks, I will replace all of you. Thank you for your time today

Traducido al castellano:

«Te daré la receta. Convoqué a todos los ingenieros de carrocería, así como a la gente de estampado, fabricación y a los directivos a una reunión en mi sala de conferencias. Dije, estoy harto de estos ajustes tan flojos. Tenéis seis semanas para conseguir terminaciones al máximo nivel mundial. Tengo vuestros nombres. Si no lo conseguís, os reemplazaré a todos. Gracias por vuestro tiempo

La cultura del miedo y el temor al despido hacía a los ingenieros cumplir los objetivos marcados, aunque fuese a base de «parches».

Según Bob Lutz, esta era la cultura corporativa – a alto nivel – en el Grupo Volkswagen. Un reinado de miedo, de terror, «una dictadura» en palabras del ex-directivo estadounidense. Además, afirma que Piëch tenía que saber de alguna manera la existencia de los defeat device descubiertos en 11 millones de motores turbodiésel, con el objetivo de falsear a la baja las emisiones de los motores en las pruebas de homologación. Lutz no para ahí, y sigue cargando contra el Grupo Volkswagen en su columna en Road&Track.

Lutz cree que lo mismo ha ocurrido con la ofensiva Clean Diesel en Estados Unidos. En algún momento, los ingenieros acudieron a Piëch para expresar la imposibilidad de pasar las pruebas de emisiones con el actual diseño, a los costes establecidos. «Pasadlas o encontraré a alguien que lo haga«, imagina Lutz que salió de la boca de Piëch. Y por ello cree que terminó este software ilegal instalado en once millones de motores. Esta es una parte del problema, la otra es el fraude en las consumos y emisiones de CO2.

Martin Winterkorn también habría seguido el mismo estilo de liderazgo, autoritario y amenazante.

Según un informe elaborado por Reuters en base a un artículo del Bild am Sonntag alemán, el origen de este fraude sería el mismo. En el Salón de Ginebra de 2012, Martin Winterkorn afirmaba que sus coches reducirían su nivel de emisiones de CO2 en un 30% para 2015. Se descubrió entonces que los ingenieros aumentaban artificialmente la presión de los neumáticos y mezclaban el aceite del motor con gasoil, con el objetivo de lograr cifras homologadas artificialmente bajas en las pruebas de homologación de consumos/CO2.

La razón era que los objetivos eran demasiado difíciles de cumplir, y temían represalias, de nuevo. Finalmente, tras el escándalo de las emisiones de óxidos de nitrógeno de los TDI, los ingenieros terminaban confesando a las altas instancias este fraude. El Grupo Volkswagen provisionaba 2.200 millones de euros adicionales para hacer frente a la difícil solución de este problema. 800.000 vehículos – tanto diésel como gasolina – están afectados en Europa. Tanto Winterkorn como Piëch están ya apartados del Grupo Volkswagen.

El nuevo CEO – Matthias Müller – pretende cambiar esta cultura de liderazgo para convertir a las empresas del grupo en entes más transparentes. Mientras tanto, Reuters estima que el montante total que solucionaría los problemas del Grupo, incluyendo compensaciones y demandas, ascendería a 35.000 millones de euros.

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