¿A quién no le gustaría tener en su garaje un V10 de cinco litros y más de 500 CV por el precio de un SEAT Ibiza? La respuesta es que a todo petrolhead y precisamente el BMW M5 de quinta generación, también conocido como E60, nos ofrece esto mismo, y es que si entras en cualquier portal de ocasión es posible encontrar unidades con unos 200.000 km por poco más de 20.000 €. De hecho, en vista de la escalda de precios que ha experimentado su antecesor podemos estar ante una clara inversión a futuro ahora que está en su punto de mayor depreciación.
Nuestro protagonista nacía en el año 2005 como un sedán ultradeportivo del segmento E al que dos años más tardes se le sumó una práctica carrocería familiar denominada Touring, el segundo familiar con la M de Motorsport (el primero de ellos fue el M5 E34 Touring de 1992, mientras que el tercero y último hasta el momento será el M3 Touring que veremos el próximo año).
El motor del M5 E60 deriva directamente de la Fórmula Uno
Pero sin duda alguna, la verdadera razón por la que comprar este lobo con piel de cordero es su mecánica V10 directamente derivada del Williams de Fórmula Uno de la época, y que de hecho, suena prácticamente igual cuando se hace subir hasta la zona roja del tacómetro allá por las 8.000 rpm. Así pues, estamos ante una mecánica realmente compleja, con más de mil piezas y nada menos que cuatro bombas de aceite asociada a un cambio automático SMG de siete relaciones capaz de cambiar de marcha en 65 milisegundos con el que consigue alcanzar los 100 km/h sede parado en 4,2 segundos y que como curiosidad contaba con una versión de cambio manual exclusiva del mercado estadounidense.
Sin embargo, aunque en primera instancia este BMW parece un auténtico caramelo, lo cierto es que puede llegar a ser una manzana envenenada para su futuro y exaltado comprador. No porque sea un coche poco fiable o notablemente problemático, sino porque como buen deportivo (y M) requiere de un estricto y costoso mantenimiento que sus últimos poseedores rara vez llevan a cabo debido en parte a su insaciable apetito de gasolina de 98 octanos (homologa un consumo de 14,8 l/100 km según el ciclo NEDC).
Un buen ejemplo de ello lo tenemos en uno de los últimos vídeos de Drive Tribe en el que se hacen con una unidad de carrocería familiar y lo llevan a un especialista de la marca para hacerle una puesta a punto. ¿El diagnóstico? Cambiar todos los casquillos de biela y apoyos de cigüeñal, unas operación que perfectamente se puede mover en el entorno de los cuatro mil euros y de vital importancia realizar si no han sido sustituidos, pues se trata del principal punto débil de este V10, además comprobar otros puntos comúnmente problemáticos como las bombas del sistema Bi-VANOs de distribución variable o el actuador del acelerador.
El M5 E60 no es único sedán atómico de la época
Con todo ello no queremos que abandones tu sueño de hacerte con todo un BMW M5 E60 (o el M6 contemporáneo que equipaba el mismo propulsor y se mueve prácticamente en la misma franja de precios), sino que seas consciente de la importancia de hacerte con una buena unidad y destinar una parte del presupuesto como te hemos contado en nuestras guías para comprar coche de segunda mano a una puesta a punto.
No obstante, siempre puedes poner el objetivo en sus rivales naturales, igualmente potentes y rápidos, pero con una tarifa menor, como son el Audi RS6 de primera generación que recurre a un V8 biturbo de 450 CV y puede encontrarse desde unos 16.000 € o el Mercedes E 55 AMG, también con mecánica V8 sobrealimentada, pero en este caso mediante un compresor volumétrico para alcanzar los 476 CV, siendo el modelo de la estrella el más económico en el mercado de ocasión al arrancar en unos 13.000 €.
BMW Serie 5 
