Uno de los motores con más solera del mercado está cada vez más cerca de su desaparición. Hablamos del motor V10 y más concretamente del V10 atmosférico empleado por Lamborghini y Audi en sus respectivos superdeportivos Huracán y R8. Por ello, antes de decir adiós para siempre a esta ilustre mecánica, queremos contarte la historia y peculiaridades de este propulsor de diez cilindros, haciendo especial hincapié en desgranar cuál es su verdadero origen para desmontar algún que otro mito al respecto.
Durante algunos meses aún será posible comprar un superdeportivo con motor V10 en Europa, una oportunidad que sólo es posible a través de los modelos Audi R8 y Lamborghini Huracán en sus ediciones finales. Hace años también fue posible adquirir coches con motores V10 como el Dodge Viper, el Porsche Carrera GT o el Lexus LFA, sin embargo aquellos tiempos pasaron a mejor vida y sólo el grupo Volkswagen ha seguido apostando por este diseño… hasta que deje de hacerlo en breve.
La historia del motor V10 en Lamborghini se remonta al año 1988 y al prototipo P140, una suerte de visión de futuro que quería dar vida a un segundo modelo en la gama de Lamborghini. Aquel proyecto quedaría en dique seco ante la falta de recursos económicos y una visión clara de cómo comercializar este modelo más asequible y de mayor volumen de Lamborghini. Sin embargo en 1995 resucitaba esta idea de manos del Lamborghini Calà, un superdeportivo diseñado por Giugiaro para convertirse en un complemento más pequeño y asequible del Diablo, empleando para ello un motor 3.9 V10 atmosférico de 400 CV.
El Calà jamás pasaría de prototipo, sin embargo aquel era un coche totalmente funcional y a posteriori demostraría ser el germen de lo que poco tiempo después se convirtió en el Lamborghini Gallardo. Como curiosidad, desde su primera aparición en 1988, Lamborghini nunca cesó en el empeño de fabricar un motor V10 para ponerlo en un coche de calle, motivo por el cual desarrolló esta mecánica al completo y llegó a emplear esos conocimientos para ayudar a Chrysler en el diseño del V10 del primer Dodge Viper en la época en la que Lamborghini perteneció al gigante de Detroit (1987-1993).
Así las cosas, el Lamborghini Gallardo es presentado en 2003 haciendo uso de un motor 5.0 V10 atmosférico capaz de generar 500 CV de potencia máxima. Pese a que ya en ese momento Lamborghini era propiedad del grupo Volkswagen y estaba tutelada por Audi, aquel V10 era un propulsor diseñado y fabricado de forma íntegra por Lamborghini, siendo una evolución profunda del motor empleado por el Calà y desmintiendo así las sospechas que vinculaban a este 5.0 V10 atmosférico con el 4.2 V8 – también atmosférico – de Audi al compartir ciertas características como el ángulo entre bancadas a 90º o algunas cotas internas.
Pero llega el año 2008 y Lamborghini presenta el rediseño del Gallardo bajo la denominación LP560, un cambio de nombre que escondía importantes novedades como el uso de un nuevo motor 5.2 V10 atmosférico. Este motor se trataba de un desarrollo nuevo de Lamborghini, pero en donde Audi pasaba a colaborar de forma activa para, entre otras cosas, introducir la inyección directa FSI, elevar su rendimiento y mejorar su eficiencia.
Esta mecánica italo-germana ha llegado hasta nuestros días descubriendo constantes evoluciones que le han permitido elevar su potencia hasta los 640 CV en su versión más prestacional conocida, además de dar vida a infinidad de versiones en los modelos R8 y, especialmente, en el Huracán. De hecho, si eres de esos afortunados que puede permitirse la compra de uno de estos superdeportivos, has de saber que tu última oportunidad de compra se llama R8 GT (333 unidades) y Huracán Sterrato (1.499 unidades).
Esos otros coches que también disfrutaron de este V10
Sin embargo, en la historia de este V10 también ha habido otros modelos menos conocidos que se han beneficiado del característico sonido y funcionamiento de sus diez cilindros. En el caso de Lamborghini podemos citar algunos coches relevantes como el Sesto Elemento, el Egoista o el Estoque, pasando incluso por una peculiar configuración híbrida para el Asterion. Pero aún hay más, pues en Audi también tuvo su propio recorrido el motor V10 más allá del R8, haciéndolo además tanto en versión atmosférica como turboalimentada, sirviendo como base para dar vida a coches como los S6, RS6 y S8.
Y como punto final, el que posiblemente sea el coche de producción en serie más exclusivo y especial que ha hecho uso de este V10, un tal Itadesign ZeroUno que, partiendo del Huracán, inauguró una nueva etapa en la senda del carrocero italiano bajo el control del grupo Volkswagen.
Lamborghini Huracán EVO 
