Después de haber ganado en la segunda carrera de Detroit y en Road America y haber sido segundo en Iowa, Will Power sigue con su buena racha con una victoria en Toronto que empieza a devolverle hacia la lucha por el título. De hecho, el piloto australiano supera con su triunfo a Josef Newgarden y es segundo en el campeonato. A pesar de no haber sido el gran dominador de la cita canadiense, su buena gestión estratégica le llevó a encontrarse con una importantísima victoria.
La pole position fue obra de un Scott Dixon que se la llevó en el último momento, sorprendiendo a propios y extraños aunque sobre todo a un Hélio Castroneves que ya casi se veía con la primera posición en parrilla. El neozelandés estuvo fuerte todo el fin de semana, sobre todo tras las modificaciones en el circuito de viernes a sábado. El trazado de Toronto ha sufrido cambios a causa de la construcción de un hotel que ha obligado a mover el carril de boxes de un lado a otro y con ello cambian las últimas curvas. Las alteraciones se hicieron el viernes por la noche para que el circuito se pareciera algo más a su versión de 2015.
Dixon fue el gran dominador de una carrera que debería haber sido suya por ritmo. El hombre de Ganassi era claramente superior a los Penske y aprovechando la ventaja que le daba estar en cabeza desde el primer momento sin tener rivales claros. Pero más allá de Dixon, que solo pudo ser octavo, hay que destacar las actuaciones de dos hombres que vivieron dos carreras muy distintas. El primero es James Hinchcliffe, que tras nueve veces compitiendo en Canadá finalmente consigue subirse al podio. El héroe local plantó batalla con su motor Honda a la legión de Chevrolet y una carrera sin errores le llevó a aguantar en tercera posición, ayudado por las banderas amarillas.
Otro de los hombres de la carrera fue Josef Newgarden. El ganador de la pasada carrera en Iowa llegó a Canadá con buena inercia de resultados a pesar de su estado físico. Desafortunadamente para él, se encontró con un circuito mucho más bacheado que el año pasado y eso le complicó la vida todo el fin de semana. A pesar de todo, consiguió ser rápido, clasificar en octava posición el sábado y estar en posiciones destacadas el domingo hasta que llegó su accidente. Tras pasar sobre un arcén con demasiada agresividad, el rebote del volante le hizo soltarlo con su mano derecha -con una muñeca debilitada- y eso le llevó a impactar contra el muro al exterior de la curva 5.
Juan Pablo Montoya es otro de los pilotos que se quedó sin premio a pesar de hacer una buena carrera con agresividad y buenos adelantamientos. El colombiano se fue largo a una vuelta del final y se encontró con un Jack Hawksworth que se había quedado parado en la misma curva, lo que le hizo perder una vuelta con respecto a los demás pilotos. Por otra parte, sigue la polémica con Simon Pagenaud tras cruzar la línea de salida del carril de boxes y no recibir ni un simple «warning». Quien sí celebró un buen resultado -quinto- fue Takuma Sato, aunque el japonés era plenamente consciente de la ayuda que le dio la bandera amarilla causada por el golpe de Newgarden.
A partir de ahora, la lucha se convierte en un asunto casi exclusivo de Penske, con tres de sus pilotos en las tres primeras posiciones de la general. Pagenaud sigue liderando con 432 puntos, 47 más que Will Power y 74 más que Castroneves. Pero tras el brasileño está ya Dixon a nueve puntos. Aunque matemáticamente hablando sigue habiendo opciones para varios pilotos, la lógica dicta que el título deberá estar en Penske entre Pagenaud y Power. El siguiente capítulo en la historia del campeonato 2016, en dos semanas en el circuito de Mid-Ohio.
