El Corvette E-Ray es uno de esos coches que podemos considerar un auténtico sacrilegio, si los vemos desde el prisma de un purista. El propio Corvette C8 de motor central ya ha levantado no pocas heridas en la comunidad Corvette. Heridas que Chevrolet ha decidido remover de forma incómoda lanzando una versión con tracción total y mecánica híbrida. Pero nadie debería descartar la compra de un Corvette E-Ray si lo que busca son máximas prestaciones a precio de saldo. Si tienes dudas, mira lo que ha hecho con un Lamborghini Huracán y un Ferrari F8 Tributo.
El vídeo que os vamos a enseñar en unos momentos está grabado por Jason Cammisa para el canal de YouTube de Hagerty, y aunque parezca que estamos ante una simple carrera de aceleración, se pueden sacar muchas más conclusiones de lo que parece. La primera nota a destacar es que ni Ferrari ni Lamborghini cedieron unidades de pruebas para esta carrera de aceleración, pese a la enorme relevancia del canal. Ferrari, por norma, no deja unidades para comparativas, y Lamborghini aludió que «sus clientes no valoran la aceleración en línea recta de sus coches».
Sea como fuere, Jason consiguió un Ferrari F8 y un Lamborghini Huracán de alquiler para enfrentarlos al E-Ray, además de un Corvette Z06 con motor 5.5 V8 de 670 CV para establecer una interesante comparativa doméstica. Hay que mencionar en este punto que el Corvette Z06 monta un espectacular motor de cigüeñal plano y aspiración atmosférica, mientras que los 655 CV del E-Ray son una combinación de los 495 CV del motor 6.2 V8 LT2 del Corvette Stingray – un motor de dos válvulas por cilindro, varillas y balancines – y un motor eléctrico delantero de 160 CV.
En sonido, el Corvette Z06 es claramente superior al E-Ray, pero en aceleración pura, el Corvette E-Ray impresiona con un 0 a 96 km/h de solo 2,5 segundos. Es un tiempo propio de un hiperdeportivo, más que de un superdeportivo asequible: el Corvette E-Ray arranca en solo 104.995 dólares, un precio de derribo si lo comparamos con el de un Ferrari F8 Tributo de 710 CV o el de un Lamborghini Huracán Evo Spyder RWD de 610 CV. El cuarto de milla demuestra cómo de diferentes son los planteamientos de los tres vehículos.
Como es lógico, la tracción total del Corvette le permite adelantarse a ambos rivales en los primeros compases del cuarto de milla. La diferencia parece insalvable, pero en cuanto ambos rivales superan su menor tracción desde parado, las tornas empiezan a cambiar. El Corvette E-Ray firma un espectacular cuarto de milla de 10,4 segundos, y aunque el Ferrari se conforma con 10,6 segundos, cruza la meta casi 15 km/h más rápidamente. Es decir, en una carrera lanzada, el Ferrari sería imbatible, al igual que en una distancia superior al cuarto de milla.
Por su parte, el Lamborghini, aun firmando un cuarto de milla de 11,1 segundos, cruza la meta a la misma velocidad que el Corvette, confirmando que es un coche realmente rápido. En cualquier caso, esta interesante carrera viene a demostrar la eficacia de los sistemas híbridos modernos, así como el salvaje replanteamiento del Corvette de motor central.
Fotos del Corvette E-Ray
Lamborghini Huracán EVO 
