A veces ocurre que buceando entre frías y aburridas cifras encuentras datos interesantes. Es lo que me ha pasado observando con detenimiento los números de las matriculaciones en España en 2018, entre los que di con una circunstancia de lo más llamativa: el año pasado el Maserati GranTurismo aumentó sus matriculaciones un 220% respecto al año anterior. Tal fue mi sorpresa que no puedo por menos que plasmarlo en estas líneas. ¿Qué ha ocurrido para que Maserati triunfe ahora con un modelo que lleva en el mercado más de una década?
El Maserati GranTurismo comenzó a venderse en el año 2007. Actualmente es uno de los coches más veteranos del mercado, codeándose en edad con el Fiat Punto, el Fiat 500 o el Mitsubishi Montero. Y, sin embargo, eso no ha sido impedimento para matricular 16 unidades el GranTurismo y 7 unidades el GranCabrio, un incremento del 220% para el coupé y del 40% para el cabrio respecto al año anterior.
Podría encontrarse una explicación a estas cifras atendiendo a la ligera actualización que sufrió el modelo hace poco más de un año: Maserati hizo un coche más aerodinámico, quitó botones a la consola central y actualizó su sistema multimedia (tan importante hoy en día) con una pantalla de 8,4 pulgadas y compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay.
Lo anterior se suma a la excepcional belleza de sus atemporales líneas y a un motor V8 atmosférico que, además de llevar al GranTurismo hasta los 300 km/h, emite una melodía que hoy pocos pueden igualar. Pese a todo lo anterior, y sabedor de que el GranTurismo sigue siendo un GT muy válido, prácticamente todos sus potenciales rivales a día de hoy son objetivamente mejores coches que el GranTurismo a nivel general. ¿Por qué alguien decidiría gastar 150.000 euros en un bello pero vetusto GranTurismo en vez de en un Porsche 911 Carrera S, un Mercedes-AMG GT S o (apurando un poco el presupuesto) un Aston Martin Vantage?
La explicación realmente la encontramos en las automatriculaciones antes del WLTP. Las ventas en agosto se dispararon a nivel general por el miedo de los concesionarios ante el (entonces inminente) WLTP y hubo que matricular modelos en stock que no lo fuesen a cumplir. De los 16 GranTurismo matriculados en 2018, 13 fueron en agosto. Los 7 GranCabrio contabilizados en 2018 se matricularon todos en agosto. Qué mejor fecha siendo un descapotable, ¿verdad?
Sólo así se explica esta curiosa circunstancia, una en la que los dos únicos Maserati que cerraron 2018 en positivo son sus modelos más antiguos. Una Maserati de capa caída que necesita urgentemente una renovación profunda si no quiere caer al peor de los abismos.
Fuente: ANFAC
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