El hecho de que Audi haya planteado una berlina de acceso más asequible pero igualmente práctica con el Audi A3 Sedán, me parece todo un acierto. Pero el mayor problema surge en lo que en el argot “marketiniano” denominan como “canibalización”. Una palabra, terrible incluso en su raiz, que define el solapamiento entre dos productos de la misma marca y el robo de ventas del recién llegado al modelo que previamente ya estaba en los concesionarios.
Si pensamos que el exitoso Audi A4, uno de los modelos más vendidos de la marca de Ingolstadt, podría lamentar la llegada del A3 Sedán, parece que este último no tendría demasiado sentido. Y es que incluso teniendo en cuenta que el éxito del A3 Sedán compense las “pérdidas colaterales” que sufran en la gama Audi A4, todo el mundo sabe que la “canibalización” es uno de los mayores males a los que se puede enfrentar una marca. Todo producto siempre, y sin excepción, tiene que estar enfocado a un público objetivo y no solaparse con otros productos de la misma marca. Y eso es una condición indispensable incluso a sabiendas de que el cliente muchas veces se mostrará indeciso y cada producto tratará de abarcar un público muy heterogéneo.
¿Qué solución planteamos por tanto para que el Audi A4 no acuse la llegada del Audi A3 Sedán?
La búsqueda de tu nicho de mercado. ¿Es tan diferente un A4 de un A3 Sedán?
El primer paso que podría haber dado Audi debería haber sido la propia diferenciación del A3 Sedán como un producto totalmente diferente. Mercedes-Benz lo ha hecho, ha presentado un CLA que nada tiene que ver con el Clase C. Plataformas completamente diferentes, tracción delantera para el primero, incluso un enfoque juvenil y rasgos de coupé, también detalles tan peculiares como ventanillas sin marco o un voladizo trasero estilo CLS. Por dentro y por fuera un CLA no tiene nada que ver con un Clase C.
El Audi A3 Sedán marca diferencias. Se deriva de un compacto, es significativamente más corto – de longitud y batalla – y por ende su maletero no es tan voluminoso ni sus plazas traseras tan holgadas. Pero basta un vistazo al A3 Sedán para ver que las diferencias estéticas con un A4 no son tan importantes, incluso a un profano le sería realmente difícil diferenciar entre uno y otro, un problema que acusa prácticamente toda la gama de modelos de Audi.
Dicho lo cual, parece que incluso con las diferencias existentes entre A4 y A3 Sedán, un cliente podría tener la tentación de ignorar esos defectos para comprar este último, si a cambio logra un presupuesto mucho más económico.
Si con el A3 Sedán nuestros clientes cubren sus necesidades, ¿qué hacemos con el A4?
Ahora bien, tras haber analizado el problema de Audi, busquemos una solución. Presentada en el verano de 2007, la última generación de Audi A4 encara la recta final de su comercialización y se hace imprescindible hablar de un nuevo modelo que estará llamado a sustituirla en los próximos años, presentándose como pronto a lo largo de 2014 (y comercializándose un año después). Lo lógico es que crezca en sus cotas y mejore su imagen y distinción, marcando distancias con el recién presentado A3 Sedán.
Según apuntan diversos medios como la revista británica CAR Magazine, el movimiento lógico del nuevo Audi A4 pasaría por un chasis perfeccionado, que empleará la nueva plataforma común MQB del Grupo Volkswagen. El punto de diferenciación del A4 será el cuidado de aspectos de vital importancia para una berlina que aspire a erigirse como la referencia del segmento, tales como el ahorro de peso mediante el mayor empleo de aluminio, combinado con los aceros de alta resistencias ampliamente extendidos en los modelos de hoy en día.
El aluminio también se convertirá en la clave del ahorro de peso de la carrocería, junto con los motores. Se avecina un paso adelante en la estrategia de downsizing de Audi y lo lógico sería un mayor peso de los motores de cuatro cilindros y sobrealimentación para todos, también para las versiones más deportivas. Incluso los modelos más potentes y radicales de la gama, los RS4 y RS5, podrían decir adiós a su motor de ocho cilindros para optar por una versión twin-turbo del V6 de los S4 y S5.
¿Y que sucederá por encima del Audi A4?
Hablamos por lo tanto de un Audi A4 que crecerá en longitud, será más distinguido, tendrá un importante aporte tecnológico y motores significativamente ahorradores para sus dimensiones, será mucho más ligero y dará mucha importancia a elementos de aluminio en chasis y carrocería. Pero, ¿no estamos hablando entonces de un Audi A6?
Probablemente con la llegada de la nueva generación de Audi A4 y Audi A5 habrá un nuevo capítulo en la diferenciación de modelos de Audi. Existen dos opciones, que se rompa la tradición continuista actual y aumenten los detalles que nos permitan distinguir a un modelo de otro de la gama o, sencillamente, que el próximo A6 tenga que enfrentarse también a una evolución tan importante como la que ya apreciamos en la última generación.
En fin. Mézclense rumores, la evolución obvia que esperamos en las berlinas de Audi y elucubraciones de mi cosecha. No obstante, ¿no creen que es necesario reflexionar sobre el posicionamiento del nuevo Audi A3 Sedán respecto al Audi A4?
Fuente: CAR Magazine
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