Desde este mismo mes de julio BMW ofrecerá en sus concesionarios el restyling del Serie 3, un lavado de cara de media vida que llega cuatro años después con un imagen sutilmente renovada, un habitáculo que poco a poco va adoptando los nuevos cánones y con un equipamiento más amplio, cambios que afectan tanto a la carrocería sedán como a la familiar Touring.
De esta forma los de Múnich seguirán plantando cara en un segmento más amplio de lo que a priori parece, pues no sólo compiten contra el Audi A4 y el Mercedes Clase C, sino que también existen otras opciones igualmente destacables como el Alfa Romeo Giulia, el Volvo S60 o el Jaguar XE, sin olvidar los diferentes SUV compactos premium que están canibalizando este segmento.
Sutiles pero acertados cambios estéticos
En el frontal nos encontramos con unas ópticas ligeramente más estilizadas y con la firma lumínica, que a pesar seguir manteniendo la forma en ‘L’, se coloca invertida. Asimismo, tanto las entradas de aire para los frenos como la toma de aire inferior han crecido en tamaño adoptando unas líneas más musculosas.
En cambio, más sutiles han sido las modificaciones en la parte trasera, con unos pilotos igualmente estilizados y donde los mayores cambios vienen de la mano de las salidas de escape que ahora pasan a ser circulares (de 90 ó 100 mm de diámetro) y un difusor rediseñado, cerrando las principales novedades en el apartado estético los nuevos tonos agregados a la paleta de colores o las llantas que pasan a ser como mínimo de 17 pulgadas (18 para las versiones equipadas con paquete M).
Mayor equipamiento y menor ergonomía
Un vez en el interior, la pantalla curva para la instrumentación y el sistema multimedia compuesta por dos paneles de 12,3 y 14,9 pulgadas pasa a ser la protagonista del habitáculo, siguiendo así el diseño de los últimos modelos de la firma germana y adoptando las actuales tendencias (esto ha supuesto la eliminación de los mandos físicos para el climatizador). Cabe también destacar el rediseño de la consola central y de los mandos del cambio, ahora automático de convertidor de par con ocho relaciones en todas las motorizaciones, que deja a tras la clásica configuración en forma de palanca en favor de un pequeño selector junto al botón de arranque.
El tercer y último pilar sobre los que se asienta este restyling es el mayor equipamiento de serie con el que se los bávaros han dotado a su Serie 3, contando ahora con climatizador de tres zonas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, retrovisor antideslumbramiento y el llamado sistema multimedia Live Cockpit.
Finalmente, decir que el apartado mecánico se mantiene sin cambios, lo cual significa que seguiremos contando con un amplio abanico compuesto por cuatro motorizaciones turbodiésel microhíbridos de 150 CV hasta 340 CV, otras cuatro gasolina de 156 CV hasta 374 CV (muy posiblemente el 318i de 156 CV siga sin llegar a España) y dos híbridos enchufables de 204 CV y 292 CV.
BMW Serie 3 Touring 
