El pasado mes de abril, el ADAC realizo una serie de test de la denominada prueba del alce (maniobra de cambio brusco de carril) para monovolúmenes compactos y los modelos de PSA y Fiat no salieron muy bien parados. El Citroen Nemo sin ESP sufrió un vuelco cuando realizaba la prueba a 80 km/h. El modelo gemelo Fiat Qubo equipado con ESP supero el test sin mayores contratiempos. A la vista de los resultados, el ADAC decidió prescindir de la experiencia de efectuar la misma prueba con el trillizo de la gama, el Peugeot Bipper.
Tras varios meses de deliberaciones, los fabricantes implicados por fin se han decidido a tomar cartas en el asunto, adoptando la única solución posible: equipar a los modelos afectados con ESP de serie. Una decisión que tenían que haber tomado sin dilaciones en cuanto se publicaron los resultados de las pruebas.
A partir de este mismo mes, Fiat incorpora de serie el control electrónico de estabilidad en el Qubo con motorizaron diesel. PSA ha anunciado la misma medida para sus modelos Citroen Nemo y Peugeot Bipper, ambos equipados con motor diesel. Para la versiones de gasolina habrá que esperar hasta el año que viene (¿?). Fiat aun no ha dicho nada sobre esto, pero es de suponer que seguirá la misma política en 2011.
Un revés similar a este ya lo sufrió hace unos cuantos años Mercedes, al poner en el mercado el Clase A. Para la casa germana supuso un duro golpe a su imagen, y se vio obligada a instalar el ESP de serie en todas las versiones del modelo. A día de hoy, la mayoría de coches que se venden en Europa lo incorporan, pero los fabricantes siguen reticentes a incluirlo en sus modelos más baratos. Afortunadamente, será obligatorio para todos los turismos nuevos a partir de noviembre de 2011.
Lo que no acabo de comprender es que este tipo de noticias surjan cada cierto tiempo. Los fabricantes alardean de someter a cada modelo nuevo a un sinfín de pruebas por los lugares más remotos del planeta. Por el desierto, mas allá del circulo polar ártico, pruebas de resistencia, de durabilidad, de frenado, etc., etc., etc. Pero da la sensación de que los probadores se suelen olvidar de tests como la prueba del alce (prueba en la que los tres fallaron estrepitosamente). Una negligencia que, tarde o temprano, acaba por afectar de forma muy negativa a su imagen de marca.
Via: PSA | Fiat | ADAC
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