El Rolls-Royce Phantom es uno de los coches más lujosos del mundo, quizás el que más. Es una gran berlina que supera con creces los 5 metros de longitud, y se acerca a los 6 metros según la versión. Un vehículo con un precio que, con algunos extras, se sitúa bien por encima de los 500.000€.
Desde los años veinte, Rolls-Royce ha comercializado un total de ocho generaciones del Rolls-Royce Phantom. La última se ha presentado en 2017, con una plataforma completamente nueva, un diseño continuista y, sobre todo, mucha tecnología y el foco puesto aún más en el confort de los pasajeros y la personalización. Su fabricación se realiza en Goodwood, Reino Unido, sede de Rolls-Royce.
No existe ningún otro coche que pueda ofrecer una combinación de lujo y espacio como la que alcanza el Phantom. Los rivales más directos son el Bentley Mulsanne, que ya no se fabrica, o el Mercedes Clase S en su versión Maybach, pudiendo incluso ser comparable a las versiones más equipadas y personalizadas de los Audi A8 y BMW Serie 7. Pero insistimos en que ninguno de ellos, a excepción del modelo de Bentley, es tan lujoso, ostentoso, personalizable y caro como el Rolls-Royce Phantom.
Diseño exterior del Rolls-Royce Phantom
La octava generación de Rolls-Royce Phantom se caracteriza por un diseño continuista con respecto a su antecesor, el Phantom VII que fue posiblemente el modelo más rompedor de toda la saga al ser el primer Rolls moderno bajo el control de BMW. Hablamos por lo tanto de una evolución en el apartado estético, que no a nivel técnico al partir de una plataforma completamente nueva diseñada por BMW para uso exclusivo para la gama Rolls-Royce y en donde se basan otros modelos como el primer SUV de la firma, el Rolls-Royce Cullinan.
El Phantom está disponible en dos carrocerías, dos versiones que se distinguen por su longitud máxima dada la inclusión de una mayor batalla. De este modo nos encontramos un Phantom «normal» con una logitud de 5,76 metros, o un Phantom LWB con una longitud de 5,98 metros. Entre los puntos más característicos del Rolls-Royce Phantom nos encontramos el uso de puertas suicidas para las plazas traseras, su gran parrilla frontal de líneas verticales o el uso de un emblema escamoteable sobre la misma conocido como el «espíritu del éxtasis».
El motor del Rolls-Royce Phantom: doce cilindros en uve
El Rolls-Royce Phantom cuenta con un motor de doce cilindros. Aunque en el futuro se vislumbran versiones híbridas, e incluso eléctricas, que probablemente encajarían a la perfección con su filosofía del lujo. Pese a ello, a día de hoy el Phantom se mantiene fiel al motor V12.
Sí es cierto que el Rolls-Royce Phantom emplea un motor que ya hemos visto en otros productos más «modestos» – por decirlo de alguna forma – de Rolls-Royce, como el Rolls-Royce Ghost o el Rolls-Royce Wraith. De hecho se trata de un propulsor desarrollado por BMW y que también ha sido empleado en las versiones más prestacionales de la Serie 7.
Este motor, con 6.75 litros de desplazamiento, cuenta ahora con doble turbocompresor y entrega 571 CV de potencia y 900 Nm de par máximo a solo 1.700 rpm. Asociado a un cambio ZF de 8 relaciones, capaz de predecir cuál es la mejor relación a usar en función de la orografía del terreno, una evaluación que realiza mediante el sistema GPS.
Diseño interior del Rolls-Royce Phantom
El confort y el lujo son la máxima prioridad del Rolls-Royce Phantom. Rolls-Royce se enorgullece del trabajo que han realizado para aislar de ruidos externos el habitáculo, hasta tal punto, que aseguran que el único ruido que se puede escuchar a bordo es el tic tac del reloj analógico que vemos en su salpicadero. El diseño de todo el interior ofrece un regusto clásico innegable, con ciertas pinceladas tecnológicas como la doble pantalla LCD de su salpicadero, pero sin perturbar esa atmósfera de exclusividad y artesanía que se ha mantenido intacta desde el primer Phantom.
Rolls-Royce ha cifrado en más de 130 kilogramos la masa total de todos los elementos que han utilizado para aislar el habitáculo. Se han empleado muchos kilogramos de espumas y aislamientos sintéticos para cubrir cualquier espacio libre tras los paneles, el techo, o la base del coche. El Rolls-Royce Phantom cuenta incluso con lunas acristaladas de doble capa con un grosor de 6 milímetros.
El Rolls-Royce Phantom también cuenta con un sistema de suspensiones adaptativas y neumáticas, el sistema Magic Carpet Ride, que según sus creadores no solo es capaz de alzar la carrocería, o de ajustar los amortiguadores en «caliente», sino incluso «leer» lo que sucede en la carretera para anticiparse a las irregularidades del terreno o las curvas y mitigar los movimientos en la carrocería.
La personalización es la clave del Rolls-Royce Phantom
Como en cualquier otro Rolls-Royce, pero en este aún más por ser el verdadero buque insignia de la marca, el Rolls-Royce Phantom cuenta con tantas posibilidades de personalización como se les ocurran a los clientes de Rolls-Royce. Más allá del completo catálogo de personalizaciones y accesorios, Rolls-Royce ofrecerá la posibilidad al cliente de que un artista de renombre decore el salpicadero de su coche, que como curiosidad ha sido bautizado por la marca como La Galería.
