El Skoda Scala es un coche compacto, del segmento C, fabricado por Skoda desde 2018, como el sucesor del Skoda Spaceback, un modelo que en su momento defendió la idea de un compacto asequible, espacioso, y práctico que estaba un punto por debajo de otros compactos del grupo Volkswagen. Ahora, el Skoda Scala se reubica a la altura de sus rivales, convertido en un referente en aspectos como el espacio o la tecnología. Se fabrica en la planta de Skoda en Mladá Boleslav (República Checa).
El Skoda Scala es un producto de mayor calidad, con un diseño más atractivo y listo para competir de tú a tú a la cuarta generación del SEAT León y la octava del Volkswagen Golf, a todas luces sus principales rivales. Aún así, el Scala milita en un segmento muy competido como el de los coches compactos donde existen rivales igualmente muy fuertes como el Peugeot 308, el Hyundai i30 o el Renault Megane.
Diseño exterior del Skoda Scala
Anticipado por el prototipo Skoda Vision RS, el Skoda Scala se ha mantenido fiel a su estética, aunque matizando en gran parte su look deportivo. De este modo el Scala ofrece un aspecto juvenil, heredando las líneas maestras de modelos como el Skoda Superb o Skoda Kodiaq, pero estrenando un frontal donde la principal novedad son sus ópticas LED triangulares, además de una zaga que se convierte en el punto más diferenciador de este coche al mantener el diseño ampliado de su luneta ya visto en el Spaceback y unos pilotos LED horizontales que aportan mucho músculo.
A pesar de emplear una plataforma de coches más pequeños conocida como MQB A0, de modelos como el SEAT Ibiza o el Volkswagen Polo, el Skoda Scala tiene unas dimensiones correctas para un coche compacto -4,36 metros de longitud- y es realmente espacioso, con un maletero con capacidad para 467 litros (mayor que los 380 litros del Golf o León), y hasta 1.410 litros abatiendo asientos, y unas plazas traseras muy amplias, con cotas similares a las del Skoda Octavia.
Por el momento Skoda no ha confirmado el lanzamiento de una versión deportiva, un Skoda Scala RS, sin embargo es probable que dada su filosofía y las influencias del prototipo Vision RS, este modelo pueda llegar más adelante con un look notablemente más deportivo.
El interior del Skoda Scala
El Skoda Scala presenta un habitáculo de diseño moderno, pero especialmente con mayor calidad. Hablamos de un diseño sobrio, sin grandes riesgos en sus trazos, buscando dar prioridad a la funcionalidad, pero ofreciendo un nivel de construcción notable y empleando materiales agradables a la vista y al tacto.
A ello hay que sumar la posibilidad de emplear diferentes molduras en madera o aluminio, teniendo además la posibilidad de escoger tapizados en piel y/o alcántara para sus asientos, volante o guarnecidos.
A bordo, el Skoda Scala es incluso más moderno que el SEAT León o el Volkswagen Golf. Lo que más destaca a bordo, sin duda, es una pantalla de hasta 9,2 pulgadas, a modo de tablet, sobre el salpicadero, que aporta el toque más tecnológico junto con su instrumentación digital, el Virtual Cockpit, que recurre a una pantalla LCD de 10,25″.
Motores del Skoda Scala
El Skoda Scala se ofrece con cuatro motores: tres de gasolina y uno de gas natural (GNC). Es importante recalcar que, a diferencia de sus primos Volkswagen Golf y SEAT León, el Skoda Scala no ofrece ninguna versión híbrida-enchufable.
Todos los motores disponibles cuentan, como no podía ser menos, con turbo, pero también con sistema de parada y arranque automático del motor Stop/Start y sistema de recuperación de energía de la frenada. Existen alternativas de cambio manual y cambio automático, el famoso DSG de doble embrague.
Con tres cilindros, los motores de gasolina del Skoda Scala arrancan con el 1.0 TSI de 95 CV o 115 CV, que está disponible con cambio manual de cinco relaciones para la versión de 95 CV y con un cambio manual de seis relaciones o DSG de siete para la versión de 115 CV. Con cuatro cilindros, el motor más potente del Skoda Scala es el 1.5 TSI de 150 CV, también con manual de seis relaciones o DSG de siete.
Por último, también existe un motor de gas natural comprimido (GNC) para el Skoda Scala. Este motor es el 1.0 G-TEC de gas natural y 90 CV, asociado a un cambio manual de seis relaciones. Se trata de una tecnología de propulsión bifuel, donde un motor gasolina convenientemente adaptado, es capaz de trabajar con metano. Hablamos de un sistema cuyo principal reclamo es un bajo coste por kilómetro. El propulsor que encontramos bajo el capó es un derivado del motor 1.0 TSI. Los tres depósitos de gas se encuentran bajo el suelo del maletero, haciéndonos perder el hueco de la rueda de repuesto y tienen una capacidad de 13 kg. Gracias a esta tecnología, el Skoda Scala es capaz de disfrutar de la etiqueta ECO de la DGT y de una autonomía total de 630 km. Más información: Skoda Scala G-Tec con GNC.
El Skoda Scala podría contar a futuro con una versión híbrida-enchufable, combinando el nuevo motor 1.5 TSI de 150 CV de potencia, con un motor eléctrico de 102 CV, para llegar a los 245 CV de potencia. Sus prestaciones no serían referencia en el mercado de los compactos deportivos, pero sí interesantes. De 0 a 100 km/h acelera en 7,1 segundos y su recuperación de 80 a 120 km/h es de 8,9 segundos. Esa es la mecánica que Skoda escogió para el prototipo Skoda Vision RS que anticipaba este modelo.
¿Cómo va el Skoda Scala?
En Diariomotor, hemos tenido oportunidad de hacer una prueba del Skoda Scala y una comparativa con el SEAT León: conducirlo, analizar su interior y ver cómo va. Si en algo destaca el Skoda Scala es por tratarse de un compacto brillante: amplio y de buen comportamiento para el uso diario. Su rodar es cómodo, silencioso y con reacciones seguras. Sin embargo, en carretera de montaña, el Scala no tiene un comportamiento debido a su plataforma MQB-AO, que es de un segmento inferior, al ofrecer una dirección de guiado más impreciso y muy filtrada, así como una suspensión demasiado blanda.
