Hace un par de días hacíamos repaso de hasta qué punto 2019 había sido generoso con nuestras peticiones (no nos podemos quejar) y ahora es el momento de enumerar aquellos hechos que nos gustaría que ocurrieran en el mundo de las carreras, ya sea sobre asfalto, tierra o nieve, a lo largo de los próximos doce meses. Y visto el incierto panorama del deporte que amamos hay bastante que pedir…
Que no se modifique el reglamento técnico de la F1 2021
Parece sencillo, pero no lo es tanto. Con lo que costó que FIA, Liberty Media, equipos y pilotos parieran el reglamento que debe revolucionar la máxima categoría a partir de 2021, ahora sólo falta que se estén todos quietecitos a lo largo de 2020 y no tengamos sorpresas que arruinen un concepto interesante, tanto por la promesa de carreras más emocionantes como por novedades que se podrán explotar a medio plazo.
Que ACO e IMSA se pongan de acuerdo sobre el futuro de la resistencia
Son ya demasiados años esperando que Europa y Estados Unidos unifiquen criterios por el bien de una disciplina tan apasionante como la resistencia, pero nunca llega. Y no son pocos los fabricantes interesados. Los cínicos como quien escribe estas palabras creen que nunca sucederá, pero no por ello dejamos de desearlo. ¿Serán suficientes las peticiones de fabricantes como McLaren o la inminente hibridación los DPi como para que veamos un acuerdo entre ACO e IMSA?
Que los hypercars estén listos para el inicio del WEC 2020-21
Una cosa no quita la otra. Que un hipotético reglamento unificado a ambos lados del Atlántico tenga que ser negociado y reescrito no impide que esperemos que la salud del Mundial de Resistencia mejore notablemente con lo que FIA y ACO ya nos tienen preparado para el próximo verano. De Toyota sabemos qué esperar, la incógnita viene de parte de Aston Martin o los posibles fabricantes independientes del corte de la Scuderia Glickenhaus. Crucemos los dedos.
Que el WRC esté a la altura de las expectativas
El campeón del mundo Ott Tänak cambiando de marca para luchar contra Thierry Neuville en igualdad de condiciones. La leyenda Sébastien Ogier buscando revancha al volante del coche campeón y con una joven promesa de compañero. La incógnita de M-Sport con Lappi, Suninen y Greensmith. No son pocos los ingredientes que invitan a pensar que podemos estar ante una de las mejores temporadas de la historia del Mundial de Rallyes. Ojalá sea así.
Que el DTM encuentre su camino
Hace pocas semanas vimos el futuro que ITR planteaba para el DTM. Pero no dejaba de ser un sueño a largo plazo, irrealizable hoy por hoy. La realidad es que el reglamento Clase Uno nos regaló unas carreras divertidísimas en Fuji, mas parece complicado encontrar la manera de que bestias alemanas y japonesas compartan pista de forma regular. Y al certamen germano encima le ha salido el grano en el culo de Aston Martin, de cuyos planes para 2020 tras romper con HWA poco se sabe. Gerhard Berger necesita dar con la tecla pronto.
Que la electrificación no se cobre muchas víctimas
El automovilismo está condenado a seguir las tendencias de la industria. Ya ocurrió con los diésel, los híbridos, las cajas de cambio… Sé que esto no es popular entre muchos de nuestros lectores, pero los coches eléctricos de competición están aquí para quedarse y en 2020 veremos entre otros el nacimiento del ETCR y Extreme E. Sólo podemos desearles éxitos y que no sean tantos los que no logren renovarse ante el cambio que se avecina.
Que Alex Palou triunfe en IndyCar
Y aquí, una última egoista, para aficionados españoles. Con un referente en Fórmula 1 asentado como Carlos Sainz Jr., dos leyendas aún en activo como Carlos Sainz y Fernando Alonso, Dani Sordo aguantando a tiempo parcial en WRC y un buen número de pilotos brillando en GT, nos hacía falta como el comer alguien que tomara el relevo de Oriol Servià en Estados Unidos. Dale Coyne no es un equipo para luchar por la general, pero Palou tendrá sus oportunidades a lo largo de 2020 y ya demostró de lo que es capaz en Japón.
Foto | Audi Sport
