El Ford B-MAX es un monovolumen de tamaño comedido, una práctica alternativa al creciente segmento de los SUV del segmento B, como el Ford Ecosport, que se enfrenta a modelos como el Citroën C3 Picasso o al Opel Meriva.
Lanzado al mercado en 2012, se ha renovado ligeramente con el paso del tiempo, mejorando su oferta de motores y refinando sus acabados, ampliando su equipamiento para adaptarlo a las necesidades de los clientes.
En la gama de Ford nos encontramos con un buen abanico de opciones monovolumen. El Ford B-MAX es la primera opción de la gama, por encima nos encontramos con el Ford C-MAX, el Ford Grand C-MAX, el Ford S-MAX y el Ford Galaxy.
En los últimos tiempos este segmento ha sufrido la aparición de los SUV, pero en Ford han sabido marcar bien las distancias entre ambos para ofrecer una mayor practicidad, sin renunciar a una buena dinámica, para aquellos que se decanten por un monovolumen y una imagen más aventurera con una gama SUV donde podrás elegir entre el Ford EcoSport, el Ford Kuga o el Ford Edge, aunque renunciarás a cambio a algo de espacio.
El Ford B-MAX ha dejado de venderse en 2018.
Con una longitud de 4.08 metros, penas un puñado de centímetros más largo que un Fiesta, el B-MAX destaca por su carrocería monovolumen muy compacta y, como no, por sus puertas traseras deslizantes que incluyen el pilar B.
El amplio hueco que dejan las puertas dan acceso a un habitáculo similar al del Fiesta, pero con un planteamiento más familiar. La posición de conducción es más elevada, ofreciendo una mejor visibilidad.
El principal argumento a la hora de comprar un Ford B-MAX debe residir en su total servicio al uso más práctico de un coche, dispuesto a satisfacer nuestros trayectos urbanos cotidianos con el aliciente adicional, frente a un coche del segmento B tradicional (Ford Fiesta, SEAT Ibiza...), de su mejor habitabilidad, contando en el caso del Ford B-MAX con esa puerta corredera lista para hacernos aún más fácil la tarea de ayudar a los más pequeños de la casa a sentarse en el coche.
Con un maletero de 318 litros e infinitas combinaciones de asientos, el habitáculo del B-MAX es uno de los más capaces de su segmento, haciendo muy cómoda su utilización en terrenos urbanos.
El B-MAX está disponible con una gama completa gama de motorizaciones que, en gasolina, pasa por el 1.4 Duratec de 90 CV, el 1.6 Duratec de 105 CV (automático) y el 1.0 EcoBoost en tres niveles de potencia, 100 CV, 125 CV y 140 CV, mientras que en diésel nos encontramos con un 1.5 TDCI de 95 CV.
La gama del Ford B-MAX se articula en torno a tres acabados: Trend, Titanium y Colourline. En función del acabado al Ford B-MAX no le faltan detalles como los sensores de aparcamiento, la cámara trasera para facilitar la maniobra de marcha atrás, el sistema de acceso y arranque sin llave, sensores de luz y lluvia, un parabrisas térmico para no tener que rascar el hielo en las mañanas de invierno y el sistema multimedia SYNC, con control por voz, bluetooth y toma USB.
Además no faltan otros detalles de equipamiento como el sistema de luz ambiental, el techo panorámico o unos asientos calefactados.
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