El Citroën C4 X es un SUV coupé, del segmento C, fabricado por Citroën desde 2023. El Citroën C4 X se presenta como una versión más espaciosa e incluso deportiva del Citroën C4, exhibiendo un estética de tipo coupé gracias a la adición de un tercer volumen. Actualmente se comercializa su primera generación, la cual recibió un restyling en 2024. La fabricación del Citroën C4 X se realiza para todo el mundo en la planta de Villaverde, España, la misma donde ya se producía el C4 convencional.
Entre los rivales a los que se enfrenta el Citroën C4 X en el mercado, los principales son el Renault Arkana y el Volkswagen Taigo, especialmente el primero al compartir la silueta de tipo SUV coupé. Aún así, dado que se trata de un nicho de mercado bastante joven y con no demasiadas opciones, otras alternativas del C4 X pueden ser modelos como el Skoda Kamiq o el Kia Niro.
Diseño exterior del Citroën C4 X
El diseño del Citroën C4 X es, salvo por su trasera, idéntico al que emplea el C4. La firma francesa no ha diferenciado ambos modelos más allá de los cambios que implica la integración de un maletero independiente. Estando desarrollado sobre la plataforma CMP del grupo Stellantis, el C4 X es un coche que aumenta su tamaño hasta los 4,58 metros de longitud, aunque mantiene la misma batalla que el C4 (2,67 metros). Esto quiere decir que el extra de longitud se destina de forma íntegra a aumentar el voladizo trasero y así expandir el volumen del maletero.
Estéticamente el C4 X es un coche llamativo por los faros con forma triangular, el uso de ópticas LED dobles y el uso de protecciones plásticas en la parte inferior de toda la carrocería para reforzar su imagen crossover. Sin llegar a ofrecer las proporciones habituales de un SUV, este C4 X debemos entenderlo como una suerte de reinterpretación de la berlina tradicional para asemejarse a los tan de moda SUV coupé.
Gama de motores del Citroën C4 X
La gama mecánica del Citroën C4 X está conformada por tres opciones: una de combustión y dos eléctricas. Empezando por la primera, nos encontramos con el archiconocido 1.2 PureTech, un motor de tres cilindros que cuenta con un sistema MHEV por medio del cual obtiene la etiqueta ECO y rinde para la ocasión 145 CV.
Las versiones eléctricas del C4 X se ofrecen con potencias de 136 y 156 CV. La primera recurre a una batería de 46 kWh de capacidad neta y declara una autonomía, bajo el ciclo WLTP, de 352 km. La versión más potente recurre a una batería de 50,8 kWh de capacidad neta, y ofrece una autonomía de 427 km.
Diseño y espacio interior del Citroën C4 X
El interior del Citroën C4 X es un habitáculo de diseño moderno, bien construido e idéntico al que emplea el C4. Usando un cuadro de instrumentos digital de hasta 7″ y un sistema multimedia de 10″ como elementos más llamativos, lo cierto es que de puertas hacia dentro el C4 X no destaca por ofrecer una imagen tan llamativa como la del exterior. Ello no quita para se trate de un habitáculo bien rematado, con materiales de calidad más que decente, pero donde se nota que estamos ante un coche que busca ofrecer una buena relación calidad/precio. Mención especial merecen los asientos Advanced Comfort, un tipo de asiento cuyo diseño y composición ofrecen un nivel de comodidad superior y una menor sensación de fatiga.
En términos de espacio, el C4 X disponer de 5 plazas y permite acomodar a 4 adultos sin problemas, brindando bastante espacio en todas las cotas a excepción de la altura para la cabeza en las plazas traseras, que es donde más nos veremos penalizados si nuestra estatura sobrepasa los 1,80 metros. El maletero disponible es amplio al disponer de 510 litros, lo que son 130 litros más que el C4. Sin embargo la limitación de este maletero viene dada por su acceso, ya que al contar con un portón en lugar de una puerta, el tamaño de los bultos vendrá impuesto por la boca de carga.
¿Cómo va dinámicamente el Citroën C4 X?
En Diariomotor hemos tenido la oportunidad de probar el Citroën C4 X. Hablamos de un coche que ofrece un equilibrio muy sensato entre SUV, berlina y compacto, dejándonos así con un todo en uno. No obstante, el francés -y como es habitual en la marca- apuesta por un rodar más confortable que dinámico.
Así lo deja patente su suspensión, que recoge increíblemente bien las imperfecciones del asfalto y nos da una sensación de alfombra voladora. El problema de esto radica en que no transmite demasiado ni por dirección ni por chasis, siendo un coche recomendable para trayectos urbanos y largos y tranquilos viajes por autopista.